Cómo es el Liverpool, rival del Real Madrid en Champions
El equipo de Klopp no está en su mejor momento, pero de aquí a febrero pueden cambiar muchas cosas. Salah sigue siendo clave. Atrás protagoniza concesiones importantes.
Meses después de Saint-Denis, el Liverpool se vuelve a citar con el Madrid en circunstancias opuestas. Si en aquella final para muchos el equipo red asumía la etiqueta de favorito, ahora se enfrenta a una crisis inesperada que ya le ha alejado de la cabeza de la Premier y tiene a Klopp preocupado, aunque acaba de imponerse de forma balsámica al Tottenham. Tampoco pudo arrebatarle al Nápoles el primer puesto del grupo, lo que le ha llevado ahora a tener que medirse con el campeón de Europa. No es el mejor Liverpool, pero vayan a saber cómo estará en febrero.
Klopp ha tenido que lidiar con diversos problemas desde el inicio de curso y ha dado un giro táctico obligado. Ya no está tan atado al 1-4-3-3 y ha apostado también por el 1-4-2-3-1, 1-4-4-2 o el 1-4-3-1-2 como sistemas. La baja inicial por lesión de Thiago en la medular achicó primeramente sus opciones. No hay jugador parecido en el Liverpool y el centro del campo nota su ausencia en demasía. Le falta fútbol cuando no está. Al final, el Liverpool depende de un ida y vuelta y una energía que no siempre se puede mantener. Alexander-Arnold debería de protagonizar menos concesiones al contrario, Van Dijk ha perdido jerarquía y a las piezas ofensivas les está costando carburar. Luis Díaz, por ejemplo, lesionado desde octubre, se estaba pareciendo poco al jugador que tan grata impresión dejó en su inicio como red. No obstante, el Liverpool posee todos los recursos para resurgir rápidamente. A poco que afine su presión, a poco que incluya a más jugadores en la dinámica positiva, será tan fiero como siempre.
Salah sigue ahí, aunque su gafe contra el Madrid resulta indiscutible. También espera contar con mejores prestaciones Darwin Núñez, el ex del Benfica, que sigue en período de aclimatación. A partir de ellos dos en ataque, con un Firmino rehabilitado, y una reformulación del centro del campo, junto a su poderío en los cambios de lado a lado, los contraataques —el Madrid no le dejará correr mucho— y en la estrategia, el Liverpool debe ser el que era. Pero ese equipo también sabe el Madrid lo que es ganarle.