La mejor racha en su historia abrió la puerta de la promoción a Las Palmas
Los amarillos firmaron un final casi perfecto de 11 partidos con 29 puntos posibles y una escalada de diez posiciones, de la 14º a la 4º.
Tras el partido del Girona los amarillos andaban decimocuartos a diez puntos de la promoción, una distancia que ningún equipo a esas alturas de la competición había sido capaz de alcanzar desde que se instauraron los playoffs en Segunda, allá por la temporada 10-11. Esa misma semana el mensaje y el relato de la caseta cambió. El primero en articularlo fue Alberto Moleiro cuando fue cuestionado tras el desasosegante partido frente al Girona sí veía al equipo capacitado para entrar en promoción. “Creo que sí que se puede y vamos a darlo todo por ellos, empezando por el Valladolid. Partido a partido y poco a poco yo creo que lo conseguiremos”. La hemeroteca tan dura con esas afirmaciones da la razón a la nueva perla amarilla.
Y partido a partido fueron consiguiendo resultados y recuperando puestos. Cabe recordar que antes del partido ante el Valladolid, el Huesca acababa de superar a los amarillos en la clasifiación, por lo que los grancanarios saltaron al césped de Pucela siendo decimoquintos provisionales de Segunda División.
Desde entonces los amarillos han estado moviéndose sobre una capa de hielo que no otorgaba posibilidades de error. El Girona se había lanzado incluso a por el ascenso directo y el Oviedo no cejaba en recortar la distancia con la promoción y mantenía la distancia con los amarillos quienes no parecían ser ni los principales persiguidores de la sexta plaza.
Por ello los de García Pimienta necesitaban sumar de tres en tres, sin descanso. Desde el 19 de marzo hasta el 29 de mayo. Las Palmas entró en frenesí. Primero una racha de cuatro partidos, ante Valladolid y Ponferradina a domicilio y Leganés y Amorebieta en casa. El hilo rojo que mantenía con vida a los amarillos parecía robustecerse.
Sin embargo, las visitas consecutivas a Ipurúa y Can Mises, dejó en manos de Oviedo y Ponferradina el destino amarillo a falta de cinco partidos para acabar la liga. Siempre y cuando siguieran sumando de tres. Y lo hicieron. Al doble desplazamiento le siguió dos partidos en casa ante Málaga y Mirandés, saldados con ambos victorias y sufrimiento final. Las Palmas metía presión pero seguía a un punto de la Ponferradina —séptimo— y a tres del Oviedo —sexto—. Y ya solo faltaban tres jornadas.
Y llegó el primer resbalón necesario rival, la Ponfe visitaba la pila baustimal de esta racha amarilla, Pucela. Su derrota permitiría a los amarillos superar a los bercianos si vencían al día siguiente y eso consiguieron no sin susto en casa del Alcorcón. Los alfareros, ya descendidos, habían puesto en apuros previamente al Girona y al Oviedo y sacaron los colores al Almería y al Eibar con un empate y una victoria. Además, como anécdota estadística, los amarillos —canarios— consiguieron su primera victoria en Santo Domingo ante los amarillos —madrileños—.
Con los tres puntos en el bolsillo y con la vista puesta en el siguiente encuentro en casa, Las Palmas-Oviedo, llegaron tres noticias que serían altamente relevantes para el futuro. El Oviedo encadenaba un empate por segunda jornada consecutiva, esta vez en casa ante el Zaragoza. A pocos más de 30 kilómetros el Girona perdía antes en El Molinón y el Tenerife, que salía derrotado en casa ante el Málaga la jornada anterior, volvía a caer en casa del Eibar.
Los amarillos no tenían en la cabeza nada más que la victoria ante el Oviedo. Canarios y asturianos dependían de sí mismos y uno de los dos perdería esa condición a la conclusión del partido. Lo que no fuera victoria dejaría en carambola el acceso para Las Palmas en la última jornada. Y de nuevo Viera, quien llevaba marcando desde el partido en Ibiza en todos los encuentros cerró el 2-1 ante los ovetenses y los grancanarios llegaban al último partido en una posición quimérica, a un punto de asegurar el pase y quien sabía si algo más.
Ante el Sporting Jontathan Viera anotaría por sexta jornada consecutiva el gol que significó no solo entrar en promoción. El tanto del capitán unido al empate del Girona y derrota del Tenerife significó cerrar la temporada como cuarto mejor equipo de la categoría tras conseguir una gesta que nunca antes se había vivido en Segunda, recortar diez puntos con la promoción —nueve puntos más el golaveraje— faltando once jornadas. Y no solo eso, sino que fue capaz de remontar 14 puntos con el que marcaba la cuarta plaza, el C.D. Tenerife, rival íntimo y ahora de promoción, quien además perdió el factor campo en la eliminatoria.
Se suspende la venta online
Ante la grandísima demanda de entradas y debido a que el partido ha sido declarado de alto riesgo por la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte la entidad de Pío XII ha anunciado que la adquisición de localidades será solo por lo canales físicos por lo que ha inhabilitado su página web como punto de venta "ante la necesidad de evitar la ubicación descontrolada de aficionados rivales", según informaba el comunicado del club.