"¡La 15 en Estambul!"
El madridismo disfrutó con la conquista de la 14 y entronizó a Tibu, Vini y Carletto. La afición se muestra insaciable y en el regreso de París ya piensa en ganar otra Champions en 2023.
EI regreso de París estaba impregnado de una expresión "¡Cayó la 14!" y con un deseo indisimulado de continuar con esta historia interminable en forma de una Champions tras otra. Me topé en el aeropuerto Charles de Gaulle con unos peñistas llegados desde Talavera que me aseguraban haber comprado ya "los billetes de avión para Estambul del año que viene, donde ganaremos la 15". En la capital turca se jugará la final de 2023 y muchos madridistas ya tienen reservado en blanco ese fin de semana del próximo año ante la posibilidad de que su equipo siga con esa historia de amor eterno a la máxima competición continental. En las gradas del Stade de France sufrieron, primero, y disfrutaron, después, con el gol de oro de Vinicius y las paradas mágicas de Courtois. Pero hay que decir que muchos me trasladaron sus quejas por haber echado en falta más celebración de los jugadores en todo el fondo que ocupaban los 20.000 seguidores desplazados hasta París. "Casi todo el rato estruvieron en el sector donde estaban sus familias y deben entender que nos ha costado mucho llegar aquí y solo pedíamos más cariño dirigiéndose a los que estábamos más alejados de esa zona", me comentan unos vikingos llegados desde el pueblo extremeño de La Zarza.
Calendario feliz
Es el único reproche dentro de una jornada llena de felicidad y de orgullo madridista. Desde Gáldar, Calanda, Rincón de Soto, Azagra, Muelas del Pan, Ponferrada, Carabaña, Alberic, Verín. Bedmar, Dos Hermanas, Utrera, Cee, Malagón o Moraleja de Matacabras regresaron a casa entusiasmados con su Madrid, capaz de firmar la Copa de Europa más difícil de las 14 conquistadas. Quizás por ellos me insitieron en su ambiciosa hoja de ruta: "Después de Estambul llegarán las finales de Wembley, en 2024, y en el Allianz de Múnich, en 2025". Se lo saben de memoria. Y saben que el 10 de agosto toca la Supercopa de Europa ante el gran Eintracht. Aquí nadie duerme ni se da por satisfecho pese a la gesta. Quieren más. Esta gente es realmente insaciable...
Robos y miedo a la salida
Un lunar más en la desastrosa organización de la final por parte de las autoridades francesas. Muchísimos madridistas vivieron escenas de terror al abandonar el estadio con la sonrisa de la 14 al verse abordados por bandas organizadas (Saint-Denis es un barrio famoso por su peligrosidad y alto índice de delincuencia), robándoles móviles, carteras y cualquier objeto de valor. Familias con niños sufrieron lo inimaginable.