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BARCELONA

Las dudas con Piqué activan la operación central en el Barça

El Barça transmite desde hace semanas cierta incertidumbre sobre el catalán, que prometió no retirarse como suplente, y desliza nombres por si se marcha uno de los capitanes.

El Barça expresa hace semanas, de puertas hacia fuera, dudas respecto al rendimiento físico de Gerard Piqué con vistas a la próxima temporada. Este mismo domingo las publicó Mundo Deportivo. Acompaña a la información una lista de centrales soñados por el Barça entre los que están Koundé, Koulibaly e Íñigo Martínez. El sevillista es el preferido de Xavi, pero Mateu Alemany ha chocado en hueso con Monchi en este asunto. Alemany ya quiso fichar al francés el verano pasado y quiso meter en la operación a Trincao, Dest y Mingueza, pero el director deportivo del Sevilla pidió esos tres jugadores más 25 millones de euros. Alemany dijo que no podían poner dinero y la operación se truncó, finalmente. Este año, Mateu Alemany sí ha puesto los 25 millones encima de la mesa más, de nuevo, Dest. Esta vez, ha includo a Lenglet en plan. Y casi lo que haga falta, porque a Xavi le encanta. Pero no cuela. El plan de Monchi es recaudar dinero y el jugador apunta a la Premier League.

Los casos de Koulibaly e Íñigo Martínez son, mientras, distintos. El defensa del Nápoles tiene que salir para que los partenopeos ingresen dinero, porque termina contrato en junio de 2023. Mientras, Íñigo, que ya pudo ser azulgrana en una operación que terminó frustrándose por la fuerza de un vestuario que capitaneaba Messi y que quería proteger a Mascherano, tiene una cláusula de 80 millones de euros. Íñigo termina contrato en 2023 y ocupa el perfil que quiere llenar el Barça (zurdo, porque quiere quitarse de encima como sea a Umtiti y Lenglet), pero el Athletic no tiene tanta urgencia económica como el Nápoles, por más que haya elecciones este mes de junio. Sólo un movimiento extraño del ganador electoral en Ibaigane daría opciones al Barça.

Pero estábamos en Piqué, que ha terminado la temporada lesionado, con problemas en el abductor izquierdo que le han obligado a dejar el campo varias veces, con imagen algo agónicas como las del Reale Arena.

Nadie oculta que el caso de Piqué es muy delicado. Es una leyenda del club azulgrana porque lo ha ganado todo, y posiblemente el mejor centeal de su historia, pero, a sus 35 años, su altísima ficha es una carga para un club que tiene que quitarse presión salarial de encima. En una entrevista concedida a El País en octubre de 2011, Piqué aseguró: “No aceptaré retirarme siendo suplente”. Una frase que recordó a aquella que pronunció en 2019 después del 2-8 en Lisboa, cuando aseguró que sería el primero en dar a un paso al lado si se convertía en problema. El Barça mastica su caso. También el jugador, al que no le gustaría marcharse por la puerta de atrás. Él sería quien decida su futuro porque tiene contrato en vigor y, en principio, quiere seguir un año más. Pero es una carpeta que permanece abierta.