Mané, de descender a tercera francesa a puntal del Liverpool en una década
El delantero descendió en 2012 a National con el Metz, pero unos buenos Juegos Olímpicos le cambiaron la vida. Se ha convertido en una pieza fundamental para Klopp.
El tiempo en el fútbol va todavía incluso más rápido que el tiempo en la vida. Eso debía pensar Sadio Mané (1992, Senegal) cuando estaba en la Ligue 2 allá por 2012. El delantero senegalés aterrizó en el Metz procedente de la prestigiosa Generation Foot, una mina de talentos que ha formado a jugadores como Ismaïla Sarr, Diafra Sakho o Papis Cissé, para descender ese mismo año a la tercera división francesa.
Ese descenso con un equipo que contaba en sus filas con jugadores como Bouna Sarr, lateral derecho del Bayern, Kouliably, central del Napoli o Andy Delort, delantero del Niza, le cambió la vida a Sadio Mané. Su buena temporada en la Ligue 2 le permitió disputar los Juegos Olímpicos de Londres con Senegal, en un torneo en el que se dio a conocer al mundo entero. El Salzburgo, equipo que suele monitorizar a este tipo de jugadores, lo fichó por 4 millones de € en un traspaso que supondría el punto de inflexión de su carrera deportiva.
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Mané jugó a un nivel tan alto en Austria que la competición se le hizo pequeña. Tras dos años en el Salzburgo, el Southampton le fichaba por 23 millones de € en 2014, llevándose el Metz una pequeña cantidad del traspaso por derechos de formación. El fútbol francés, habituado a formar extremos y delanteros rápidos que, además, dominan la técnica, le permitieron a Mané adaptarse inmediatamente a la Premier League. Como en Austria, el formado en el Metz pasó dos años en el Southampton antes de dar el salto definitivo al Liverpool. Su asociación con Jay Rodriguez, Dusan Tadic o Graziano Pellé permitieron a "los Saints" asentarse en la zona noble de la Premier League.
En el Merseyside, los números de Sadio Mané han sido todavía más espectaculares, a tal punto de que los éxitos de Klopp en los últimos años no se entienden sin su presencia en el campo. Eclipsado, por momentos, por el extraordinario nivel de Mohamed Salah, al que consiguió vencer en la final de la Copa de África de este año marcando el gol decisivo en la tanda de penaltis del Senegal-Egipto, Mané ha marcado 120 goles en 268 partidos con la camiseta Red. Rápido al espacio, fuerte en el cuerpo a cuerpo y, sobre todo, fino en la técnica en espacios reducidos, el exjugador del Metz intentará ganar su segunda Champions League con el Liverpool este sábado en París, ciudad que conoce bien tras su paso por el fútbol galo, aquel en el que pisó el infierno antes de ser uno de los mejores jugadores del mundo.
