ITALIA
Roma enloquece con su título: "Mou, quédate para siempre"
Fiesta loca en la capital italiana: más de 100.000 personas esperaban los buses del club en el Circo Massimo, y el plan tuvo que cambiar.
Roma ha vivido una de las fiestas más grandes de su historia futbolística. La Conference League conquistada en Tirana ante el Feyenoord, aunque en el extranjero se mire como un trofeo menor, para los giallorossi supone volver a sentirse grande, y las imágenes que llegaron desde la capital italiana lo confirman. La ilusión fue tan fuerte que el plan original de la fiesta no se pudo llevar a cabo. La ciudad vivió un atasco permanente durante todo este jueves y los más de 100.000 tifosi que llenaron el Circo Massimo no pudieron acoger al equipo. Eran demasiados, así que los dos buses que llevaban jugadores, directivos y la Copa tuvieron que cambiar su recorrido, moviéndose directamente hacía el Colosseo, tras haber estado bloqueados durante horas. Hubo también una polémica con Nicoló Zaniolo. El delantero, que marcó el tanto decisivo de la final, entonó un cántico vulgar en contra de la Lazio que fue criticado en las redes sociales y en los medios del Bel Paese.
El ídolo de la fiesta fue, obviamente, José Mourinho. El portugués despertó una ilusión enorme desde su llegada, los tifosi sentían que con él volver a ganar era posible y el tiempo les dio la razón. Empezó, así, la caza a todos los que le han criticado durante este curso, sobre todo después del humillante 6-1 sufrido con el Bodo Glimt. Las portadas de los medios deportivos reflejaron la alegría romanista. 'La Gazzetta dello Sport' tituló con un grande y simple "Grazie Roma", para el 'Corriere dello Sport' el equipo giallorosso está "en el paraíso" y 'Tuttosport' se centró en la figura del portugués: "Mou, rey de Roma". El primer curso giallorosso del exmadridista se cerró con la que los romanos definieron "una tarde de locuras". Algunos le dedicaron una pancarta, pidiendo de "quedarse para siempre", otros le compararon con Julio César: "Mou: veni, vidi, vici". Ni el propio Mourinho, quizás, podía imaginar un cierre de temporada tan perfecto. Y la UEFA, por su parte, vio una gran capital europea totalmente revolucionada por aquella tercera competición que muchos no entendían. Final feliz.