FINAL CHAMPIONS | REAL MADRID-LIVERPOOL
La última frontera de Courtois
El portero belga tiene una espina clavada con la Champions, uno de los pocos títulos que ha disputado pero no ha conquistado.
En un vestuario colmado de Copas de Europa, aún hay algún veterano que no ha saboreado las mieles de levantar la Orejona. Uno de los jugadores que tiene esa deuda consigo mismo es uno de los pilares de este Madrid: Thibaut Courtois. El guardameta ha ganado prácticamente todo los títulos que ha disputado como profesional. Su palmarés luce, entre otros trofeos, tres Ligas, dos Premier, una Supercopa de Europa o un Mundial de Clubes (lo ganó con el Madrid cuando llegó en 2018). Pero el hueco reservado para inscribir su primera Champions aún está en blanco.
El Madrid es en parte culpable de ese vacío. Courtois sólo ha jugado una final de Champions, la que disputó con el Atlético y perdió a manos de los blancos en 2014. El de Bree no ha vuelto a tener la oportunidad de coronarse en Europa. Hasta esta temporada, en una cita en la que defenderá la meta de uno de los finalistas por méritos propios. Si el Madrid está en París, es en buena parte gracias a Courtois.
El cancerbero madridista es el portero que más paradas ha hecho en esta edición de la Champions (50), once más que el siguiente (Rulli dejó el torneo con 41) y más del doble que su homólogo en la final, Alisson (20 paradas). El brasileño ha tenido mucho menos trabajo en el camino del Liverpool hacia Saint-Denis. Tibu ha jugado dos prórrogas y ha soportado el triple de disparos. Los rivales han intentado 181 remates sobre la portería del Madrid en esta Champions (63 de ellos entre los tres palos). El arco red solo ha recibido 80 lanzamientos (apenas 27 entre los tres palos en todo el torneo). Courtois ha recibido 14 goles y Alisson 13; y ambos han dejado la portería a cero en cuatro partidos.
Detrás de los fríos números se esconde la importancia de las acciones de Courtois, que resultó decisivo en todas las eliminatorias. Todo empezó a escasos 13 kilómetros del escenario de la final, en el Parque de los Príncipes. Allí, antes de que Mbappé adelantara en la eliminatoria al PSG, sostuvo al equipo con sus paradas. Le detuvo un penalti a Messi y tuvo un par de intervenciones ante el francés. El propio Kylian batió a Thibaut en el Bernabéu para hacer más épica la remontada... pero a la tercera, porque el astro se había topado con el guardameta en dos intentos anteriores.
El recital del Madrid en Stamford Bridge habría quedado empañado de no ser por las paradas de Courtois. Tres fueron clave: el libre directo que le sacó a Reece James todavía con 0-0, una estirada digna de póster a un disparo de Azpilicueta que buscaba la escuadra al inicio de la segunda parte y una última parada a Mount en el tramo final del partido.
La del Etihad, en la ida de semifinales, no fue su noche ni la del equipo, que supo reaccionar para cerrar un resultado que mantuviera las esperanzas para la vuelta. En una nueva noche mágica, Courtois fue el que aguantó el partido hasta la aparición de Rodrygo y frenó la reacción del City. Hizo nueve paradas, una providencial a Cancelo justo antes de que Rodrygo desencadenara el delirio de la remontada. Una actuación que hizo a Courtois merecedor de ser nombrado MVP del partido. El Madrid tiene en el belga un seguro de vida en la portería que busca completar su palmarés con su primera Champions.