Xabi espera una carambola
El filial de la Real Sociedad necesita ganar en El Alcoraz y esperar los pinchazos del Málaga o Sporting. El Huesca piensa más en el futuro que en el presente y despedirán a Mikel Rico.
Xabi Alonso cree que la permanencia es posible. El entrenador del Sanse piensa que una victoria cambiaría el panorama de su equipo, que está a cinco puntos del Sporting y del Málaga, que son sus rivales por la salvación. El técnico donostiarra se agarra al milagro que pasa por sacar los tres puntos de un Alcoraz que piensa más en el futuro que en el presente y que está sufriendo un año para el olvido del aficionado altoaragonés (sigue el partido en directo en AS.com).
El Sanse ya se ha levantado del varapalo que supuso la derrota contra el Almería y que el resto de la jornada se diera tan rematadamente mal. Después de haber tenido casi imposible la permanencia, pensar en llegar con vida a la última jornada es un acicate para los chavales entrenados por el tolosarra, que aún no ha renovado su contrato y que también depende de la categoría para decidir si sigue o no en San Sebastián. Volverá a la idea que tan buenos resultados le está dando fuera de casa, donde ha sacado más puntos que en el Reale Arena, con esa defensa de cinco jugadores con carrileros largos que le permiten tener más profundidad por las bandas y tener más solvencia defensiva, que está siendo su principal caballo de batalla toda la temporada. A pesar de que puede parecer un sistema defensivo, el filial de la Real se agarrado a la permanencia con esa manera de entender los partidos fuera de casa.
Sólo tiene una baja por lesión Xabi Alonso, la del eslovaco Peter Pokorny. El resto están todos disponibles, incluidos los chavales que habitualmente han estado subiendo con el primer equipo. Es el caso de Ander Martin, que volverá a ocupar el carril zurdo, mientras Alex Sola se ha hecho fuerte en el derecho. De su potencia depende gran parte de las opciones de un Sanse que seguirá tirando de su columna vertebral, formada por Zubiaurre, González de Zarate, Turrientes, Olasagasti, Robert Navarro y Karrikaburu.
En el Huesca, el único aliciente del partido pasa por la despedida de una leyenda. Mikel Rico cerrará su etapa como jugador después de haber militado en Segunda B, Segunda y Primera como azulgrana. El veterano futbolista vasco no quiere colgar las botas, pero da por cerrada su tercera etapa en el club, al que volverá en el futuro pero ya con traje y corbata como parte importante de la entidad altoaragonesa.
Xisco también se despedirá del banquillo local de El Alcoraz con una plantilla plagada de lesiones y sanciones. Seoane también andaba 'tocado', pero ha optado por forzar su regreso para decir adiós a la afición que le ha visto como relanzaba su carrera futbolística. Sus 13 goles le han convertido en la estrella de un equipo que no ha cumplido sus objetivos y que vive en tierra de nadie durante las cinco últimas jornadas, que son las que acumulan sin ganar.
