Klopp tiene a su Rodrygo
Minamino es el revulsivo del Liverpool. Ha jugado tan solo diez partidos de titular este curso y ha marcado diez goles, promediando un tanto cada 101 minutos.
El Liverpool había ganado la final de la FA Cup y sus jugadores empezaban a desfilar por la zona mixta de Wembley antes de subirse al autobús del equipo. En plena celebración por el título, Takumi Minamino (27 años) encabezaba la expedición de vuelta con rostro apático y sin medalla en el pecho porque no había jugado ningún minuto.
Una circunstancia que no pasó desapercibida para Jürgen Klopp, que dos días después se quejó de la decisión de la FA en rueda de prensa. "¡Que den más medallas!", reclamó el entrenador alemán antes de enfrentarse al Southampton este martes en la penúltima jornada de la Premier League, donde su estrategia viró y apostó precisamente por Minamino como elemento diferencial.
A pesar de sufrir un gol tempranero de los Saints, el Liverpool consiguió reponerse con relativa facilidad gracias a Minamino, que puso las tablas en el marcador y lanzó a su equipo a por la victoria: el japonés acompañó la jugada trazada por Joe Gómez, esperó la dejada de Roberto Firmino, se perfiló en el área con dos toques y buscó el primer palo de McCarthy con un disparo lleno de violencia que acabó en la escuadra.
El gol devolvía al Liverpool a la carrera por la Premier, pero Minamino prefirió no festejarlo por respeto al Southampton, su exequipo. Más se alegraron el resto de jugadores Reds que se fueron directos a abrazar al japonés, quien se ha convertido en una de las claves del equipo de Klopp esta campaña...
Minamino ha jugado de inicio tan solo diez partidos este curso pero ya ha marcado diez goles. Unos números reales tan buenos como su promedio goleador (un tanto cada 101 minutos), que refleja el trabajo del extremo japonés, fichado por el Liverpool por 12 millones de euros en el invierno de 2020.
No obstante, los responsables técnicos de los Reds conocían el talento de Minamino desde su paso por el RB Salzburgo, donde se destapó como un gran rematador. Su determinación en el área rival es uno de los grandes peligros del Liverpool ahora, a diez días de la final de la Champions League con el Real Madrid. Una buena excusa para que el delantero japonés coincida con Rodrygo, otro depredador de sangre fría.