Miguel Ángel Gómez, un rival que conoce muy bien al Valladolid
El exdirector deportivo blanquivioleta ahora ejerce en Ibiza, donde empieza a dar sus primeros pasos en el club de Amadeo Salvo.
El Real Valladolid se juega gran parte de la temporada en Ibiza el sábado pese a no depender de sí mismo. En sus manos está el ganar y esperar que el Tenerife sea capaz de arrancar un punto en un Ipurua que estará a reventar, aunque los chicharreros son el mejor equipo a domicilio. El petardazo contra el Sanse aún duele pese a las dos victorias consecutivas ante Eibar y Ponferradina porque pueden ser los tres puntos que impidan el ascenso del equipo pucelano.
Sin embargo, en el club blanquivioleta no se piensa en ello y sí en poner todo de su parte para que si a los de Garitano les puede la presión aprovecharse. En Ibiza espera un equipo diferente al que se enfrentó el conjunto pucelano en la primera vuelta. A las órdenes de Paco Jémez, los ibicencos restablecieron el rumbo, firmaron la salvación y se hicieron a imagen y semejanza de su nuevo técnico. Un equipo alegre en ataque, a veces demasiado osado, pero siempre valiente. Parecido a lo que ha sido el Pucela en algunos tramos de la temporada.
Y en Ibiza espera también Miguel Ángel Gómez que no lleva ni un mes de nuevo director deportivo. Tras su salida de Valladolid, el andaluz permaneció en Sevilla analizando ofertas, ayudando a amigos y decidiendo cuál era el siguiente paso a dar. Después de rechazar algunas opciones en diversos continentes y de que no se concretaran otras posibilidades, el exblanquivioleta se dejó seducir por el ambicioso proyecto de Amadeo Salvo. Ahora Gómez, que no concederá entrevistas esta semana, analiza el club por dentro, prepara su estructura y piensa ya en la próxima campaña.
Pendiente de lo que sucede todavía en Valladolid, donde permanecen 17 jugadores de los que tenía en plantilla, Gómez mantiene buenas relaciones con el club donde logró un ascenso y dos permanencias en Primera antes de descender la campaña pasada. Hay que recordar que bajo su dirección, el Real Valladolid vendió a Fernando Calero (ocho millones) y Salisu (13 millones), dos de las ventas más importantes de la historia del club y firmó a Marcos André, que fue traspasado también por una buena cifra, 9 millones, el verano pasado.