Mojica y Boyé, de futuribles del Atlético a rivales en el campo
Dos de los internacionales del Elche han sonado en este principio de año como candidatos a reforzar la plantilla de Simeone en el Atlético, aunque el destino de ambos está en el aire.
Johan Mojica y Lucas Boyé se enfrentan a un partido señalado en el calendario. Los dos internacionales del Elche han venido sonando, durante los últimos meses, como posibles refuerzos para el Atlético de Madrid de la próxima temporada. De Mojica, desde Colombia, se ha llegado a decir que tiene un principio de acuerdo firmado con los colchoneros, algo que nadie ha confirmado, mientras que de Boyé se ha apuntado que es una de las opciones para sustituir la plaza en la delantera de Luis Suárez.
Aunque el Elche llega en un buen momento, a siete puntos del descenso cuando sólo quedan tres jornadas a pesar de la goleada encajada ante el Cádiz (3-0), Mojica y Boyé han llegado a final de campaña condicionados por el tremendo esfuerzo realizado durante el campeonato. Ambos han sido titulares cada vez que han estado disponibles y, además, han tenido que cruzar en más de una ocasión el Atlántico para jugar con sus equipos nacionales, sobre todo en el caso del lateral zurdo colombiano. Son dos futbolistas que no sólo destacan por su técnica, sino también por su derroche físico y pelea durante los 90 minutos de juego.
Mojica es el lateral izquierdo con mejores números de las cinco ligas más importantes de Europa, gracias a sus dos goles y cinco asistencias. Boyé, a sus 25 años, ha sido una de las confirmaciones del campeonato. Llegó a las vacaciones de Navidad con siete dianas y eso le llevó a recibir ofertas en el pasado mercado de invierno, sobre todo una del Sevilla, que sigue insistiendo en atarlo en corto. Barça y Atleti también se mostraron en su horizonte.
Desde Navidad, entre el COVID, una lesión en el tobillo y la rotura del aductor derecho, de la que se ha recuperado plenamente, Boyé ha limitado su rendimiento. Su deseo es volver a jugar ante el Atlético de su compatriota Simeone. Quiere demostrar que llega listo para terminar con buen sabor de boca el campeonato y, quién sabe, si despedirse de la grada del Martínez Valero.