Pedro Chirivella: "Me fui de casa con 16 años para vivir momentos como este"

Sin hacer ruido ni acaparar grandes portadas, Pedro Chirivella (Rocafort, 1997) se ha convertido en uno de los mejores centrocampistas de la Ligue 1. El canterano del Valencia y exjugador del Liverpool, club al que perteneció durante siete años, atiende a diario AS tras conquistar la Copa gala con el Nantes, donde atraviesa el mejor momento de su carrera como futbolista. "Me veo con la medalla y pienso que todos los sacrificios que he hecho han merecido la pena", descubre antes de un verano que se prevé convulso: "Llevo nueve años fuera de España y siempre apetece volver, pero también tengo que disfrutar del momento que estoy viviendo ahora".

Campeón de Copa en Francia. ¿Se lo cree ya o está todavía asimilándolo?

No, aún no me lo creo. Creo que aún no somos conscientes de lo que hemos hecho. Hacía muchos años que el Nantes no ganaba un título y lo hemos logrado nosotros. Hemos entrado en la historia del club y eso es lo que tenemos que asimilar todavía.

Mucho más viniendo de una temporada tan complicada como la pasada. Antoine Kombouaré llegó para cambiarlo todo.

El año pasado fue totalmente opuesto a este. El míster llegó en el momento en el que tenía que llegar. Creo que fue el destino. Y bueno, gracias a él en parte la temporada pasada acabó muy bien para nosotros y esta hemos seguido por el mismo camino. Ha sido increíble. Aún no somos conscientes de lo que hemos conseguido.

¿Cómo vivió la final y los días previos?

Desde los cuartos de final de Copa la gente empezó a soñar un poco. Y nosotros también. Cada vez que iba al centro de la ciudad o iba al supermercado a comprar lo único de lo que se hablaba era de la Copa. El otro día el estadio era literalmente como jugar en Nantes. Fue increíble. El 80% de los aficionados eran fácilmente del Nantes. Parecía que estábamos jugando en casa.

¿Le impresionó la escena?

Llevaba tres semanas lesionado y estuve en duda hasta el final. El día antes de la final no sabía si iba a poder jugar porque tenía mucho dolor y no mejoraba. Eso me quitó presión a la hora de preparar el partido mentalmente porque solo pensaba en estar bien. No pensé en la magnitud del partido y eso me ayudó a estar muy tranquilo durante el partido. Desde que empezó me salieron las cosas muy fáciles.

¿Qué pensó cuando el árbitro pitó el final y logró el primer título de su carrera como futbolista?

Me vinieron muchas cosas a la cabeza. Me fui de casa con 16 años para vivir momentos como este. No he tenido una carrera fácil. Me han pasado cosas que literalmente le pasan a uno de cada 500 jugadores. Como no poder jugar con el Extremadura porque los papeles llegaron tarde, volver al Liverpool y tampoco pude jugar... Todos esos momentos se han visto recompensados con el título de Copa. Fue eso lo primero en lo que pensé.

Piensa entonces que todo el esfuerzo mereció la pena.

Sí, me veo con la medalla del campeón en el cuello y pienso que todos los sacrificios que he hecho han merecido la pena. A nivel futbolístico, ganar la Copa con el Nantes es lo mejor que me ha pasado en la vida. Mi sueño siempre fue ganar títulos con el club en el que esté, pero no esperaba lograrlo tan rápido. Hemos pasado de los dos últimos años en Liverpool a estos dos aquí he pasado por todo y hay que disfrutar estos momentos porque en el fútbol no hay muchos.

Dijo tras la final que se encargaría de hablar personalmente con cada uno de sus compañeros para que ninguno se vaya a otro club. ¿Ve el título de Copa como le inicio de una gran etapa en Nantes?

Llevamos dos años jugando juntos cada fin de semana. Estoy seguro de que a los rivales no les gusta jugar contra nosotros porque somos un equipo muy físico, es muy pesado jugar contra nosotros. Ojalá la base de este año siga el año que viene porque nos hemos clasificado para la fase de grupos de la Europa League y sería muy bonito que sigamos todos. Creo que sí que podemos estar ante el inicio de una buena época.

¿Qué va a hacer con la medalla de campeón?

Me voy a esperar a que acabe la temporada y llevármela a Valencia. La voy a enmarcar y ponerla en mi habitación, que tengo ahí bastantes cosas.

Renovó hasta 2026. ¿Es feliz en Nantes?

Estoy muy a gusto aquí. El año pasado no fueron bien las cosas, pero aún así estuve muy bien. Noté la confianza del club, de todos los entrenadores que tuve... Hubo un momento en el que tuve dudas a la hora de renovar, pero estábamos a un partido de jugar la Europa League y eso cambió mi manera de ver la renovación. Para mí, dar un paso adelante es jugar la Europa League. Y si es con el club en el que estoy ahora y donde estoy inmensamente feliz, pues mejor que mejor. Tenía mucha confianza en ganar la final y dar ese paso adelante jugando Europa.

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¿No le apetece jugar en LaLiga?

Sí, claro. Llevo nueve años fuera de España y siempre apetece volver, pero también tengo que disfrutar del momento que estoy viviendo ahora. Ser una pieza importante de este club y del entrenador es algo que los jugadores siempre buscamos y hay que aprovechar estos momentos porque no sabemos cómo va a ser el año que viene.

¿Cómo ha sido su transformación como centrocampista?

En el Valencia, y en todas canteras españolas, los mediocentros estábamos muy robotizados. Teníamos que jugar cerca, a dos toques, rápido, éramos despreocupados sin balón... En el Liverpool tuve que cambiar esos hábitos porque es uno de los clubes que más trabajo físico demanda a los centrocampistas y eso me ha ayudado a adaptarme muy bien a Francia. El Nantes es uno de los equipos que tiene menos balón, pero hacemos mucho daño con el poco balón que tenemos. Siempre he sido un mediocentro al que le gusta mirar lejos, jugar con los delanteros, y creo que este año hemos conseguido una complicidad entre los delanteros y yo que hacemos mucho daño a las defensas. Aunque estemos en bloque bajo, cuando recuperamos el balón buscamos a los de arriba y hacemos mucho daño.

Con Kombouaré ha jugado de interior, pero también como pivote, más cerca de la defensa. ¿Qué posición le gusta más?

Depende del contexto del partido. Aquí contra rivales importantes siempre jugamos con tres en el medio, pero hay otros partidos que podemos dominar más y el míster me pone más cerca de la defensa para dominar yo con mi juego. Me siento cómodo en los dos sitios y es el primer año en el que me he sentido muy cómodo frente a equipos grandes como el PSG, el Mónaco o el Niza en la final de Copa. Me siento muy cómodo estando más cerca de los delanteros y estoy disfrutando mucho.

Supongo que en Valencia lo tenía todo. Jugaba en un gran club y estaba cerca de sus seres queridos. ¿Por qué se fue al Liverpool?

Estaba muy a gusto en Valencia, pero el club pasaba por un momento complicado con el cambio de presidencia y la academia no se cuidaba como se cuida ahora. Vino el Liverpool y hablé directamente con Brendan Rodgers. Ver que un club de esa dimensión tenía un plan para mí y que fuera el entrenador del primer equipo con quien hablara me motivó mucho. Ese fue el principal motivo del cambio.

¿Qué sensación le causa ver a excompañeros y amigos como Toni Lato o Carlos Soler jugar con el primer equipo del Valencia?

Los miro con mucho orgullo. Hay gente en el Valencia con la que he jugado desde que teníamos cinco años y todo lo bueno que les pase es como si me pasase a mí. Les tengo mucho cariño y me enorgullece mucho verles en el Valencia.

En las próximas semanas se va a hablar mucho de Klopp. ¿Cómo es en las distancias cortas?

Klopp es tal y como se ve por televisión. Es una persona con mucho carisma que te engancha. Es el entrenador que menos me hizo jugar, pero lo pondría en el top2 de los más importantes de mi carrera hasta el momento. Le estaré siempre muy agradecido porque aprendí muchas cosas de él tanto en el fútbol como en la vida.

¿Le hizo daño la comparación con Xabi Alonso?

Cuando tienes 15 años y te dicen el nuevo Xabi Alonso te lo tomas bien, pero cuando me fui al Liverpool y empecé a jugar con el primer equipo me dejó de gustar tanto. Era un mediocentro español que jugaba en el Liverpool y mi mejor virtud es el golpeo de balón. Ya está. Todo lo que hiciese ya era Xabi Alonso. Recuerdo un partido de pretemporada contra el Helsinki en Finlandia. Jugué 10 minutos y jugué bien. Sin más. Las redes sociales estaban como si fuera la reencarnación de Xabi. Son cosas que pesan. Los jóvenes están destinados a ser comparados con leyendas.

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¿Cómo lleva el francés?

Bien, bien. Tengo facilidad con los idiomas. Me gusta hablar mucho en el vestuario, sentirme conectado con los compañeros... Y para eso el idioma es fundamental.

Lleva el número 5, ¿por qué?

Con cuatro o cinco años me encantaba Zidane. No sabía por qué, pero lo veía un jugador diferente. A mi padre le gustaba mucho también y cuando entré al Valencia el número cinco estaba disponible. Lo cogí y lo he llevado casi siempre desde entonces.

Esta temporada se enfrentó al PSG de Mbappé, Messi y Neymar. ¿Qué pensó cuando los vio juntos sobre el campo?

Pensé en que tuvieran un mal día lo primero y que nosotros tuviéramos nuestro mejor día de la temporada. Tengo una coña con un compañero. He jugado cuatro veces contra el París y les he ganado dos veces, tampoco tiene que ser tan difícil. Normalmente en un partido tienes que estar concentrado cada segundo, pues contra el París en tu cabeza se te mete que más aún. Sabes que en cualquier momento te pueden hacer daño. Nosotros en casa nos fuimos ganando 3-0 y nunca he visto un equipo ganando 3-0 con tanto miedo. Te das cuenta de la magnitud del equipo y de los jugadores que tiene.

¿Qué le diría a un aficionado del Real Madrid, que puede que la próxima temporada cuente con Mbappé en su equipo?

Que tiene mucha suerte. Va a dominar el fútbol europeo y mundial en los próximos años. Lo tiene absolutamente todo y, además, tengo compañeros que son amigos suyos desde hace años y dicen que es un chico con la cabeza muy bien amueblada. Eso jugará un papel fundamental también en los muchos años de carrera que le quedan.

¿Y a sus excompañeros del Valencia?

A ellos les diría que vayan con cuidado. Que no le dejen mucho espacio porque no hay tren que lo pare.

Se ha enfrentado a Mbappé, Messi y Neymar y ha jugado con Salah, Mané y compañía. ¿Con qué tridente se queda?

No he jugado contra Mané y Salah, pero he jugado con ellos y sé de qué son capaces. De todos modos, con el que menos me querría enfrentar es con Messi. Ve las cosas cinco segundos antes que tú. En nuestro último enfrentamiento ganamos 3-1 y luego le dieron muchos palos al PSG, pero si no llega a ser por nuestro portero, que tuvo el día de su vida, Messi se podría haber ido con cinco asistencias. Ve cosas que no crees posibles. Lo ves y piensas: 'Pero si ese pase no existe, no tiene sentido'.

¿Cuando se enfrenta a este tipo de jugadores da tiempo a aprender o solo hay tiempo para sufrir?

No, es que aunque intentara aprender no podemos intentar hacer las cosas que hace Messi. Parece que no esté, pero te hace la noche muy larga. Parece que va andando, parece que no va con él la cosa, pero recibe el balón y lo primero es que no se la quitas y lo segundo que te puede dar una asistencia desde cualquier lugar del campo.

¿Cuál es el techo de Pedro Chirivella?

A nivel personal, quiero ser el mejor Pedro Chirivella que pueda ser. Tengo mucha confianza en mí mismo y mucho margen de mejora. Cuando acabo los partidos los veo para corregir errores, me gusta preguntar mis datos físicos, mejorar semanalmente... Puedo ser mucho mejor y voy a hacer todo lo posible para ser el mejor Pedro Chirivella que pueda ser. El año que viene en Europa es un paso importante para el club. Espero que el club tenga la misma ambición que yo. A partir de ahí iremos viendo qué pasa.

¿Se yendo a la selección en un futuro no muy lejano?

Por supuesto. Tengo 24 años todavía, me queda mucha carrera por delante y la selección es uno de mis sueños. Voy a trabajar todos los días para llegar a ser internacional absoluto con España. Eso lo tengo claro.