Keidi Bare y el Espanyol se sientan para una mejora de contrato
El albanés, que firmó en Segunda, se sitúa en un bajo rango salarial de la plantilla. Lo han sondeado equipos de Serie A, Bundesliga y desde Inglaterra.
Se encuentra lesionado, con una distensión en la rodilla izquierda, que le impidió jugar el pasado fin de semana ante el Real Madrid y también lo que resta de temporada. Pero Keidi Bare es noticia precisamente por los motivos que le deberían llevar a seguir jugando de blanquiazul la próxima campaña. Con dos años más de contrato en vigor, hasta 2024, según ha podido saber AS el internacional albanés y el Espanyol ya han iniciado los contactos que deben ir encaminados a una mejora de sus condiciones pecuniarias.
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Firmado en septiembre de 2020, coincidiendo con el estreno del equipo en Segunda División y en un contexto de ahogo claustrofóbico por el límite salarial que fija LaLiga –corrió serio riesgo incluso de no poder ser inscrito al menos hasta la apertura del siguiente mercado invernal–, al margen de los dos millones fijos que por él abonó el Espanyol al Málaga aceptó Keidi Bare las condiciones que exigía la situación. Es decir, una ficha modesta en relación al promedio de la plantilla, que se sitúa en la parte baja del rango salarial. Dos temporadas después, y comprobado su rendimiento, jugador y club se sientan con la intención de aumentar los emolumentos.
Las razones deportivas saltan a la vista, puesto que el mediocentro ha sido indiscutible para Vicente Moreno tanto en el camino al ascenso como este curso en Primera. También es palpable la conexión del jugador con la grada perica. Pero es que, además, Bare ha despertado el interés de clubes de otros campeonatos principales europeos. Equipos de la Serie A, la Bundesliga y de Inglaterra ya le han sondeado, por ahora sin mayor acercamiento.
El ex de Málaga y Atlético de Madrid se encuentra cómodo en el Espanyol y amoldado a la idiosincrasia de la entidad blanquiazul y a Barcelona, donde ha podido recuperar plenamente la vida familiar que perdió desde pequeño por su sueño de ser futbolista. Y ha respondido con creces en la temporada de su debut y consolidación en Primera, con 25 jornadas disputadas, un gol, dos asistencias y 18 titularidades, diez de ellas seguidas hasta el instante preciso de su lesión. Ahora el balón, como en tantos otros casos pericos pendientes de resolución este verano, salta del césped a los despachos.