BRASIL
El renacer de Ganso
El talentoso mediapunta vive uno de los mejores momentos desde que se diese a conocer en el genial Santos liderado por Neymar. Fluminense lo disfruta.
Paulo Henrique Ganso es uno de los jugadores de mayor talento técnico que han aparecido en Brasil en el siglo XXI, sin embargo las varias lesiones graves que sufrió en el inicio de su carrera lastraron lo que hubiese sido una trayectoria deslumbrante. Ahora, 12 años después de maravillar en el Santos del Paulistao 2010, ha recuperado el mejor nivel que se le recuerda en las filas de Fluminense.
El mediapunta nacido en Ananindeua, de 32 años, vive un momento feliz en el equipo carioca. Ha logrado una regularidad física que apenas ha podido disfrutar desde su debut como profesional y la madurez que demuestra sobre el campo le permite ser un pilar para Fluminense en el manejo del bloque ofensivo. Además, se ha destacado como goleador en la última semana con un doblete ante Coritiba en el Brasileirao y un gol brillante frente a Junior en Copa Sudamericana.
Inicios dorados
En 2009 Ganso se destacó con un torneo liguero en Santos excepcional. Anotó ocho goles y fue el segundo goleador del equipo. Solo Neymar, con 10 dianas, lo superó. Meses después llegó el mejor momento de su carrera con el estadual paulista en el que anotó 11 tantos y protagonizó partidos para el recuerdo, con festivales de fútbol ofensivo entre los que destacaron un 9-1 sobre Ituano o un 6-3 contra Bragantino.
Creció junto a una generación estelar que le brindó a Santos la Copa Libertadores de 2011 y ese mismo año fue titular indiscutible (a pesar de una lesión semanas antes del torneo) en la Copa América en la que Brasil cayó en cuartos de final. Un año después logró la plata olímpica en Londres.
El lastre de las lesiones
Mucho antes de darse a conocer Ganso ya tuvo su primera lesión de rodilla. Fue en los ligamentos de la pierna derecha en 2007, aún en edad juvenil. Ahí ya pasó por un periodo de baja de seis meses. En agosto de 2010 sufrió su segunda lesión grave en la rodilla izquierda, que lo mantuvo apartado de los campos de juego por otros seis meses. A pesar de ello la fortaleza de la juventud le permitió regresar a gran nivel una vez más.
Desde 2012, cuando fichó por Sao Paulo, también vivió diferentes problemas físicos, varios de menor gravedad, pero que también le impidieron ser regular. Por ejemplo, una lesión muscular le apartó de las semifinales de Copa Libertadores en 2016, cuando se acercaba a una gran versión en la cancha.
Paso por Europa
En 2014 Ganso, a pesar de todos los problemas sufridos, confiaba en su juego: "Tengo calidad para jugar en Europa, es importante para un jugador pasar una época allá", aseguraba. El sueño se cumplió con la llamada del Sevilla, un movimiento sorprendente que no terminó de funcionar. En dos campañas sumó 18 participaciones en La Liga y cuatro goles.
Tampoco le fue demasiado bien en el Amiens, donde pasó una temporada. En la Ligue 1 jugó 12 partidos (apenas cinco como titular) antes de volver a Brasil para fichar por Fluminense.
Duro regreso a Brasil
En su vuelta al fútbol de casa el mediapunta jugó un Brasileirao 2019 a buen ritmo y disputó 28 partidos con una cantidad de minutos en cancha que apenas se le recordaba. Sin embargo, en 2020 y 2021 apenas aportó y cuando lo hizo fue con apariciones medidas desde el banco de suplentes.
Hemos tenido que esperar a 2022, cuando ya muchos habían perdido la esperanza, para ver a un Ganso brillante. Para el recuerdo quedan ya sus partidos en la final del torneo Carioca ante Flamengo, con un dominio del balón propio de una estrella, y la regularidad que le permite encarar dos competiciones en un calendario que no da tregua. Ahora solo queda confiar en que las lesiones le permitan mantenerse activo, algo que disfrutará cada aficionado al fútbol.