Muniain, a la altura de Piru Gainza
Iker Muniain jugará el sábado su partido 496 como león y se colocará sexto en el ránking del Athletic. El año que viene escalará a la tercera posición y en tres temporadas podría ser primero.
Formado en Lezama desde 2005, cuando recaló con 12 años procedente del Txantrea, acumula 380 partidos de Liga, 50 de Copa, 61 de competiciones europeas -7 de Champions y 54 de Europa League- y 4 de Supercopa. Las dos graves lesiones de rodilla le han frenado en esta carrera. Debutó como león en partido de la Europa League ante el Young Boys, con 16 años, 7 meses y 11 días, el más joven en hacerlo, y ha logrado dos Supercopas. Los técnicos que han pasado por el Athletic estos años le han considerado imprescindible, por ser de los pocos capaces de desbordar en el uno contra uno y jugar entre líneas.
En estos 13 años ha firmado 71 dianas. Dos meses después de su estreno, el 4 de octubre de 2009, anotó su primer gol liguero en el José Zorrilla estableciendo entonces otro récord de precocidad al ser el jugador más joven en marcar en Primera División, con 16 años y 289 días. Como interior izquierdo o mediapunta, su talento enamoró a San Mamés hace tiempo, aunque algunas polémicas extradeportivas le pusieron en el ojo del huracán. Tiene un libro autobiográfico.
Agustín Gainza jugaba de extremo izquierdo y permaneció toda su carrera en el Athletic. Es recordado por su enorme verticalidad y velocidad. Formaba un grupo inolvidable con Iriondo, Venancio, Zarra y Panizo. Fue internacional por España, disputando 33 encuentros en los que anotó 10 goles. Como león conquistó un total de diez títulos, incluyendo dos Ligas y siete Copas de España, mientras que le fue otorgado el trofeo Monchín Triana en 1955 como reconocimiento a su espíritu deportivo y por la fidelidad a los colores de su club.
En este instante es el noveno máximo goleador de la historia del club, con 152 tantos, tras Zarra, Bata, Dani, Gorostiza, Iraragorri, Aduriz, Arieta I y Panizo. Tras su retirada deportiva en 1959 y un breve descanso, se reincorporó al Athletic como entrenador hasta su desvinculación definitiva en el otoño de 1968.