CHAMPIONS (SEMIFINALES, VUELTA) | R. MADRID-M. CITY
La "mayor cagada" de Guardiola
El técnico regresa al Bernabéu en unas semis de la Champions. En las de 2014, nada más caer con el Bayern por 1-0 en la ida, tuvo para la vuelta en Múnich la peor idea de su carrera...
Lo cuenta con pelos y señales el periodista Martí Perarnau en su excelsa radiografía como invitado de lujo a las entrañas del primer Bayern de Pep Guardiola. Las semifinales de la Champions en 2014, contra el Real Madrid y que terminó en un balance de 0-5 ante Ancelotti, de nuevo su rival, fueron un palo enorme para el catalán. Como cuenta Perarnau en su libro 'Pep Confidencial: La historia interna de la primera temporada de Pep Guardiola en el Bayern de Múnich' el de Sampedor se atribuyó el desastre por un error táctico: "Ha sido una cagada monumental. Me he equivocado, me he equivocado totalmente. Un desastre, la mayor cagada de mi vida como entrenador...".
Un mea culpa ante su entorno más cercano de colaboradores admitiendo un error que se empezó a fraguar en la ida, en el Bernabéu. El Bayern perdió 1-0 y de ese partido, Pep salió con las ideas muy claras de cómo afrontar la remontada. Antes de volver a Alemania, en el mismo Hotel Intercontinental de Madrid trazó hasta las 3 de la madrugada y junto a los suyos las líneas tácticas con las que quería devolvérsela a Ancelotti. "Durante esa reflexión que Pep decide jugar el partido de vuelta con una formación 3-4-3", revela Perarnau en su obra. La idea es atacar así las contras del Madrid buscando a Benzema y Cristiano. "Oigo a Guardiola hablar con su ayudante Domenec: "Dome, no me dejes cambiar de opinión. Esta es la única manera posible".
Pero la semana hasta el partido de vuelta avanza y mucho cambió en la cabeza de Guardiola. Por un lado le afectó el fallecimiento de su amigo Tito Vilanova. Por otro, escuchó las sugerencias de sus jugadores. Pero sobre todo, empezó a cuestionarse a sí mismo rápidamente. "En el viaje de vuelta a Múnich, Pep cambió de opinión. El técnico comprendió que no había apenas tiempo para preparar a sus jugadores en un esquema así, de modo que cambia su esquema a un 4-2-3-1". Primer giro de volante. Habrá más.
Mientras Rummenigge lanza su famosa frase para la vuelta casi como una cerilla ("En la vuelta van a ardir hasta los árboles de Múnich"), la llama prende en el mismo vestuario muniqués. "En el equipo hay una sensación de que este será un encuentro de proporciones épicas", relata Perarnau. "Le pide a sus hombres cómo se sienten y hablan con él sobre el talento alemán para remontadas gloriosas, así como sobre la pasión en las noches épicas del Allianz Arena. Lo único que quieren es que se les permita jugar con sus corazones y almas. Tienen que salir y atacar con fuerza desde el primer segundo del partido".
Naufragio absoluto ante Carletto
Con esa energía flotando en el ambiente, vienen más volantazos de pizarra. "Pep cambia de opinión otra vez. El 3-4-3 se había convertido en un 4-2-3-1, pero ahora se opta por una formación 4-2-4. Así como lo hizo en Dortmund en julio de 2013, en su partido de debut. Pero no funcionó en Dortmund, y no va a funcionar ahora". Y tanto. El Madrid se merendó el centro del campo muniqués en el Allianz, Carletto le infligió la peor derrota europea al Bayern en su casa (0-4) y el postpartido fue tétrico. Guardiola se encerró en su despacho del Allianz con su núcleo duro, pero dejó una frase recogida por Perarnau que resumió la traición que se había autoinflingido: “He pasado toda la temporada rechazando jugar con un 4-2-4. La temporada entera. Y decido hacerlo hoy, la noche más importante del año. Una completa cagada".
Recuerdos tácticos que seguro que habrán aflorado en la mente del entrenador de Sampedor, ocho años después y ahora en el City, cuando se enfrenta a un reto similar. Ahora le toca defender renta y las plantillas tanto propia como ajenas son diferentes (Kroos y Alaba militaban para él en el Bayern), pero delante está un estadio que está imponiendo como es el Bernabéu y el colega en el banquillo contrario de aquella "monumental cagada", Carlo Ancelotti...