Puado tenía hecha la maleta para irse al Real Madrid
El internacional Sub-21, medalla de plata en Tokio y joven valor del Espanyol, pactó su salida al Castilla en 2017 pero se truncó al final de mercado.
Corría agosto de 2017, Javi Puado tenía apenas 19 años, ya acudía con la Sub-19 y había completado la pretemporada con Quique Sánchez Flores. Los informes del fútbol base eran muy positivos. El delantero era un futbolista versátil capaz de adaptarse a todas las posiciones de ataque, con una buena actitud defensiva y un alto nivel técnico, con capacidad también para asociarse. Y, de golpe, el Real Madrid llamó a su puerta. "El jugador ha llegado a un acuerdo con el Madrid". La frase es de David Gallego, técnico del filial perico por aquel entonces. La pronunció el día 27 de aquel mes.
Ambos clubes hablaron e incluso se llegaron a pactar las cifras, que fueron publicadas por varios medios que siguen la actualidad de la cantera blanca: "El ariete del Espanyol, Javi Puado (19 años) es oficialmente jugador del Real Madrid Castilla en calidad de cedido. La operación incluye una opción de compra por cuatro millones de euros y llega para solucionar la falta de gol", se filtró. Pero, finalmente, y cuando el propio Puado "tenía las maletas hechas", como comentó en una entrevista a El Mundo reciente, el Espanyol no le dejó ir. Era su apuesta y el día 31 de agosto canceló la operación.
Ha llovido desde entonces. A Puado le ha costado consolidarse en el primer equipo. Necesitó tres temporadas para convertirse en un jugador determinante. El verano de 2020 después de su exitosa cesión en Zaragoza (21 partidos y cinco goles) logró con Vicente Moreno y en Segunda División los minutos que le habían negado tanto Joan Francesc Ferrer, Rubi, como David Gallego. Jugó 37 partidos, marcó 12 goles y dio ocho asistencias. Fue después de Raúl de Tomás y Adrián Embarba el jugador que participó en más tantos de la plantilla.
A Puado le llegó un verano frenético en el que quedó subcampeón de Europa con la Sub-21, debutó con gol con la absoluta después del caso de COVID-19 antes de la Eurocopa y se colgó la medalla de plata en los Juegos de Tokio. Tanto trajín le costó una pubalgia, que le ha restado en una temporada en la que ha corrido más para atrás que para adelante, lo que afecta a sus estadísticas en ataque, con solo cuatro goles y una asistencia, siempre partiendo desde una banda.
Entre medio, el jugador firmó una renovación amplia con el Espanyol. "Reuné todo para ser el icono del equipo", dijo el director deportivo Francisco Rufete. El delantero mejoró sustancialmente su contrato y firmó hasta 2025. Moreno, el técnico que le ha dado la máxima confianza, lo calificó como "el yerno perfecto". El jugador espera acabar la temporada mejorando sus registros y dar un paso más la próxima campaña.