Embarba y Carvajal o la fantástica 'Generación del 92'
El extremo del Espanyol, que vive un año irregular de perico, jugó en las categorías inferiores del Real Madrid donde coincidió con Morata o Sarabia.
La Generación del 92 será siempre la del Cobi, aquella mascota entrañable diseñada por Xavier Mariscal que acompañó a los Juegos Olímpicos de Barcelona. En el Real Madrid, muchos de esos jugadores nacidos en ese año tan señalado pertenecieron a una fructífera hornada que ha conseguido cumplir el sueño de llegar a Primera División y hacer carrera en la elite. Dos de ellos se enfrentarán este sábado en el Santiago Bernabéu en un partido que puede concederle el título al Real Madrid. Son Adrián Embarba y Dani Carvajal.
Mientras el lateral derecho ha sido de los pocos jugadores que ha conseguido formarse en el fútbol base y alcanzar el primer equipo con regularidad (previa cesión en el Bayer Leverkusen), Embarba vivió la otra cara de los procesos formativos. Entró de alevín, con apenas diez años. Embarba era un extremo habilidoso que utilizaba ambas piernas, de buen golpeo. Un jugador eléctrico que acompañó a una generación de que la también formaron parte Álex Fernández (Cádiz), Álvaro Morata (Juventus) o Pablo Sarabia (Sporting Portugal). Incluso, a lo largo de los siguientes años, otros jugadores del 92 que están en Primera participaron con el conjunto blanco: Lucas Vázquez (Real Madrid), Rodrigo Moreno (Leeds) y Rubén Sobrino (Cádiz), Fran Sol (Tenerife) o Fernando Pacheco (Alavés).
Pero a Embarba se le acabó el ciclo antes que a sus compañeros. De cadete, no entró en los planes por, entre otras circunstancias, su estatura. Tuvo que reciclarse el jugador nacido en Madrid aunque criado en Guadalajara en otros equipos de inferior nivel como el Getafe, Leganés o RSD Alcalá. Etapas que no le valieron para dar el salto al fútbol profesinal, por lo que empezó su carrera en el barro de Tercera, concretamente en el Marchamalo hasta que llegó al Rayo Vallecano. A sus 29 años (el sábado día 7 cumplirá ya 30), ha conseguido jugar 136 partidos en Primera y aún tiene contrato con el equipo perico hasta 2024.
La presencia de Embarba en el Bernabéu es una icógnita. El extremo empezó el curso siendo un fijo en el extremo derecho, pero su flojo rendimiento lo sacó del equipo en la segunda vuelta. Embarba es uno de los capitanes del Espanyol, pero no ha acabado de ganarse el corazón de los aficionados, silbado en algunos partidos. Pese a completar una temporada extraordinaria en Segunda (nueve goles y 14 asistencias), este curso los números brillan por su asuencia (solo dos asistencias).
Para el encuentro de este sábado, Vicente Moreno tiene muchas alternativas. Su última salida al Metropolitano, que finalizó 2-1 pero con un Espanyol bien plantado y cerca de sumar un punto, se saldó con un cambio de sistema (5-4-1). Podría repetir el técnico valenciano o recuperar su 4-3-3 habitual. Embarba tendría más opciones de ser titular con la segunda decisión. Se rifa el puesto con Tonny Vilhena y Javi Puado mientras en su día lo hacía con una generación que llegó lejos en La Fábrica.