Hasta la bandera
El Sardinero estará a reventar para empujar a los suyos a certificar el ascenso logrando al menos un punto ante el Celta B. Íñigo superó la prueba y jugará
Si uno mira la clasificación, el Racing ya es equipo de Segunda desde hace una semana, pero como el Depor anuncia recurso a Apelación en busca de dos puntos que no logró ni en Lezama ni en el Comité de Competición, los santanderinos no se fían y quieren certificar el ascenso sin contar con los comités. Para eso le basta con lograr un punto en los próximos cuatro partidos, pero todo está preparado en Santander para celebrar hoy mismo la vuelta a Segunda por todo lo alto. Ganar o empatar con el Celta B sería el chupinazo de la fiesta. Resultado, por cierto, que ha logrado en todos los partidos jugados en esta liga en su estadio ya que el Racing es el único equipo de toda la categoría que no ha perdido como local.
Guillermo Fernández Romo llega al partido frente al filial celtista con la baja, por sanción, de Satrústegui y la duda de Íñigo, tocado en un tobillo. Dos indiscutibles en el once. En lugar del lateral navarro entrará Javi Vázquez, el hijo de Ramón, aquel talentoso delantero del Sevilla en los ochenta y que es el único jugador de la plantilla que hasta ahora no había sido titular. La alternativa al capitán sería el vigués, y celtista, Borja Domínguez. Lo más probable, sin embargo, es que el de Ampuero arranque el partido portando el brazalete, ya que esta mañana ha superado sin dolor la prueba que realizó en el entrenamiento junto a sus compañeros en el estadio. El resto serán los fijos de los últimos dos meses.
Onésimo, entrenador del filial celtista, no podrá contar con su portero titular, Gaizka Campos, ni con su estrella, Gabri Veiga, ambos convocados por el Chacho Coudet para el primer equipo. Tampoco estará en Santander el central Carlos Domínguez, que lleva meses alternando las convocatorias del primer equipo con las del filial. Son bajas importantes, pero los celestes no serán unos convidados de piedra en la fiesta racinguista, ni mucho menos. No solo es uno de los pocos equipos que han derrotado esta temporada al Racing (2-1 en Barreiro), sino que se juegan mantener plaza en el playoff de ascenso, cada vez más cara tras la remontada del Badajoz en las últimas jornadas.
En caso de que el Racing logre, al menos, el punto necesario para abrochar el ascenso, el equipo se quedará a comer en los propios Campos de Sport, mientras los aficionados se trasladan al centro de la ciudad. Más tarde, en torno a las 16:30, dos autobuses panorámicos trasladarán hasta la Plaza del Ayuntamiento a la plantilla, en uno, y a los acompañantes en el otro con la intención de que, tras atravesar la plaza en loor de multitudes, los protagonistas puedan saludar desde el balcón principal de la Casona en torno a las cinco de la tarde.
(Foto superior: Pablo Torre subió con AS el pasado viernes a lo alto de El Sardinero, para conocer una panorámica inédita del estadio en el que ha crecido, de recogepelotas a estrella del equipo, y portar la bandera del club)