Isi ya es centenario con la Franja
El extremo murciano alcanzó esa cifra redonda en el Camp Nou y colecciona 89 partidos de Liga (32 en Primera y 57 en Segunda) y 11 de Copa. Dos años en los que también ha anotado 13 goles.
El destino es caprichoso. La primera vez que Isi Palazón vistió la Franja en Liga —antes, había debutado contra el Villarreal en Copa— fue en Anduva, el 2 de febrero de 2020, con Iraola en el banquillo rival y ambos contendientes en Segunda División. Dos años después, el extremo murciano alcanzaba los cien partidos oficiales con el Rayo a lo grande, asistiendo en el tanto del triunfo en el Camp Nou —tercer gol que sirve en abril— y convirtiéndose en parte fundamental de esta permanencia. Aunque eso le costara sangre, sudor y lágrimas porque el intento de chilena de Luuk de Jong terminó impactando en su cabeza y provocándole un corte por el que tuvo que ser atendido.
Cien partidos en algo más de dos años. Y es que el tiempo es relativo, pero nos permite esbozar una idea de la realidad. Isi ha sumado 89 encuentros en Liga con la Franja (32 en Primera y 57 en Segunda, incluyendo el playoff de ascenso de la 20-21) y once en Copa a lo largo de 816 días, lo cual demuestra su importancia en el engranaje rayista. Especialmente con Iraola, con quien ha jugado el 85% del total. El de Cieza colecciona hasta el momento trece goles. Eso sí, hay uno que destaca por encima del resto. Aquel de la ida de la final de la promoción en Vallecas. Un tanto que mantenía viva la llama de la esperanza para la remontada en Montilivi, como así terminó siendo...
Isi dio el salto a la máxima categoría con el Rayo y se estrenó en el Pizjuán, el 15 de agosto de 2021, aunque perdió la titularidad a favor de Merquelanz en las jornadas 2, 3 y 4. La lesión del realista y el buen hacer del murciano le asentaron en el once, donde se destapó como uno de los imprescindibles del conjunto vallecano y uno de los nombres propios de LaLiga, llegando a sonar para la Selección. Premio para la constancia de un jugador que pasó por las canteras de Real Madrid y Villarreal y trabajó un tiempo en la huerta, hasta que el Murcia se cruzó en su camino y, luego, la Ponferradina de Bolo le abrió las puertas del fútbol profesional. El extremo exprime y disfruta una oportunidad que también se ganó con sangre, sudor y lágrimas...