“Claro que me gustaría seguir, pero sería muy egoísta por mi parte pensar ahora mismo en mí”
JIM prefiere no hablar de su futuro, pero ha dejado un mensaje que suena a despedida: “Me marcharé siendo zaragocista. El trato ha sido exquisito”.
Juan Ignacio Martínez, que termina contrato a final de temporada, no tira aún la toalla respecto a las opciones de playoff: “Tenemos la obligación moral de hacer disfrutar a la afición y si las matemáticas dicen que aún hay posibilidades, nos tenemos que agarrar a ese aspecto hasta el final”. Y es por ello por lo que prefiere centrarse en el Burgos y no hablar de su futuro, aunque ha dejado un mensaje que suena a despedida: “Claro que me gustaría seguir, pero sería muy egoísta por mi parte pensar en mí. Ahora mismo las cuentas son ganar los seis partidos que restan y no puedo mirarme al ombligo. Le tengo un cariño especial al club y me marcharé siendo zaragocista. El trato recibido ha sido exquisito”.
−¿Cómo afrontan el partido de este domingo contra el Burgos?
−Hemos hecho una temporada irregular, quedan seis partidos y no podemos bajar los brazos. Creo que el equipo está compitiendo muy bien en los últimos partidos y tenemos un debe muy grande en La Romareda. El Burgos es un recién ascendido que ha hecho una temporada magnífica en la que nunca ha coqueteado con el descenso. Es un equipo al que es muy difícil meterle malo por cómo defiende y fuera de casa les estaba costando, pero últimamente lleva bastantes victorias.
−El Zaragoza ya le ha ganado dos veces esta temporada. ¿Qué peligros hay que minimizar para que llegue la tercera victoria?
−Es un equipo que nos tiene con la duda porque venía jugando con una defensa de cuatro y en esta última jornada volvió a una línea de cinco. Es un equipo que se desarma muy poco, que juega muy cómodo sin balón y que si te equivocas te hace mucho daño a la contra, ya que entre sus tres delanteros llevan muchos goles. Debemos tener mucha paciencia, precisión y velocidad en el juego para buscarles sus lados débiles.
−¿Se va a ver un Zaragoza descarado y que genere ocasiones como contra el Girona?
−La temporada pasada las puertas estuvieron cerradas y nuestros seguidores no pudieron sufrir con el equipo. La afición quiere ver a su equipo y así lo está demostrando durante todo el curso, por lo que yo creo que van a venir y nosotros tenemos la obligación moral de hacerles disfrutar en estos tres partidos que quedan en casa. Debemos hacerles sentir más identificados que nunca con el equipo.
−¿Va a poder contar con Iván Azón?
−Va a ser difícil que llegue para este partido, sobre todo por precaución. Siete días es muy poco espacio y más como él juega, ya que no se guarda nada y todo lo basa en su explosividad. Tendremos que ver su evolución a partir de la semana que viene.
−¿Sabin Merino está cumpliendo con sus expectativas?
−Vino a ayudarnos y es verdad que de un goleador esperas sus goles, pero yo no tengo ninguna queja de su rendimiento. Su característica principal es el desmarque de ruptura y darle profundidad al equipo. El otro día la tuvo también en Huesca y no la materializó. Él es el primero que hace autocrítica, pero repito que no tengo ninguna queja y tengo a todos los jugadores enchufados, que es de lo que se trata.
−Teniendo en cuanta que el playoff ya ha quedado demasiado lejos, ¿es el momento de hacer alguna prueba como poner a Ángel López en el lateral izquierdo por la ausencia de Chavarría?
−Yo lo que voy a intentar siempre es ser justo con el grupo. Ángel ya ha demostrado que tiene nivel para poder estar en la plantilla con nosotros. Lo que vamos a buscar es ser competitivos y voy a elegir a los once que considero, más allá de los premios. Yo no puedo ir en contra de aquello que estoy transmitiendo y no voy a presentar un once de pruebas.
−¿En estos seis últimos partidos se puede ver el debut de Lasure esta temporada?
−Ha tenido mala suerte, ya que cuando no ha tenido un golpe ha sufrido un constipado. Todos conocemos su trayectoria y por supuesto que es un jugador que puede tener sus opciones de aquí a final de temporada. Él y todos los demás compañeros. Al final lo que queremos es competir, competir y competir. Y ojo, si las matemáticas dicen que aún hay posibilidades, nosotros nos tenemos que agarrar a ese aspecto hasta el final.
−Teniendo en cuenta que hubo momentos a lo largo de esta temporada en los que se estuvo cerca de los puestos de descenso, ¿considera que los jugadores se merecían llegar a estas últimas jornadas con la mente liberada?
−El Real Zaragoza no puede disfrutar o contentarse con una permanencia. El Real Zaragoza tiene que competir y mi obligación es transmitírselo a los jugadores. Debido a esa irregularidad que hemos tenido estamos en la zona que estamos, pero hasta el rabo todo es toro. Dejadme que yo siga con mi ilusión y con mi positivismo hasta donde nos dé.
−¿Qué le trasladó Raúl Sanllehí respecto a su futuro?
−La semana anterior estuvimos comiendo y el otro día vino a conocer a la plantilla. Después del entrenamiento estuvimos una hora hablando de la temporada y de aquellos futbolistas que han tenido menos protagonismo. En ese aspecto todo muy bien. Evidentemente, yo tengo claro que de nuestro futuro no se habla porque estamos inmersos en la temporada. Yo me debo al escudo del Real Zaragoza y bastante sufrimos la temporada pasada como para estar pensando ahora en estas cosas. Ya llegará el momento en el que tomen su decisión. Yo siempre he dicho que voy a estar aquí como si estuviese toda la vida. El día que no tenga que estar me marcharé y ya está.
−En más de una ocasión usted ha señalado que había venido a ascender con el Real Zaragoza. ¿Le gustaría tener la próxima temporada esa oportunidad?
−Claro que me gustaría, pero sería muy egoísta por mi parte pensar en mí. La primera vez que me senté aquí dije que había que ganar, ganar y ganar y ahora mismo las cuentas son ganar los seis partidos que restan. No puedo mirarme el ombligo y tengo que estar con la motivación sobre los jugadores. Sabéis que le tengo un cariño especial al club y ya he dicho por activa y por pasiva que me marcharé siendo zaragocista y volveré muchas veces a la ciudad. El trato recibido ha sido exquisito, pero yo no puedo hablar del futuro. Tengo que hablar del Burgos.