Las renovaciones de Francés, Francho e Iván Azón, prioritarias para Raúl Sanllehí
El futuro director general considera imprescindible para el proyecto deportivo la continuidad de estos tres jóvenes canteranos, que siguen percibiendo el salario mínimo, pese a su rendimiento.
Raúl Sanllehí va a ser el arquitecto del nuevo Real Zaragoza desde una potentísima dirección general de la sociedad anónima deportiva y una de sus primeras medidas será abordar las ampliaciones y mejoras contractuales de Alejandro Francés, Francho Serrano e Iván Azón, después de que las ofertas del todavía director deportivo Miguel Torrecilla hayan sido rechazadas por los representantes de los tres futbolistas y que nadie en el club aragonés haya dado respuesta a las inmediatas contraofertas.
El primer movimiento de Sanllehí será, lógicamente, la contratación de un nuevo director deportivo, que será quien proponga al entrenador que va a relevar a Juan Ignacio Martínez a partir del próximo 30 de junio, pero las negociaciones con Francés, Francho y Azón no pueden esperar más y se acometerán en el momento en el que se oficialice el cambio de propiedad en el Real Zaragoza, para lo que debe conseguirse la autorización del Consejo Superior de Deportes y que el equipo consiga la permanencia matemática en Segunda, dos cuestiones que están ya muy cerca de cumplirse. Será entonces cuando se conforme un nuevo consejo de administración, presidido por el empresario estadounidense Jorge Mas, y cuando Sanllehí, que ya ha iniciado su desembarco oficioso, se convierta de pleno derecho en el director general.
A Francés, Francho e Iván Azón, que perciben el salario mínimo de la categoría -78.000 euros-, pero a base de jugar 25 partidos, les quedan todavía dos años más de contrato y están bien protegidos con sus cláusulas de rescisión, pero es absolutamente de justicia equiparar sus fichas de acuerdo a su rendimiento y acabar con los agravios mayúsculos de esta temporada, donde Álvaro Giménez, Nano Mesa o Narváez, multiplican por más de cinco sus salarios, o Petrovic, Vada o Sabin Merino, los superan por muchos miles de euros.
Torrecilla, en una maniobra más de cara a la galería que para conseguir un rápido acuerdo, abrió hace varios meses conversaciones con los agentes de Francés y Francho, pero su propuesta estaba alejadísima de las pretensiones de ambos futbolistas, que llevan dos campañas de alto rendimiento sin la menor mejora, y la inmediata contraoferta aún no ha sido respondida por el club, quizá a la espera de la llegada de la nueva propiedad.
“Mi renovación está un poco estancada. Yo mandé una contraoferta y el club no contestó. Imagino que los cambios en la entidad harán que todo esto se haya demorado más de la cuenta. No pido nada del otro mundo, sino que se reconozca lo que nos hemos ganado, pero yo estoy deseando llegar a un acuerdo y seguir en el Real Zaragoza muchos años más”, ha declarado esta misma mañana Francho.
También Francés se pronunció hace semanas sobre esa oferta fallida de la dirección deportiva, aunque sin dar muchos detalles: "Me llegó una propuesta de Miguel Torrecilla; pero este tema queda entre él y yo. Lo primero es acabar la temporada. Tengo contrato hasta 2024 y estoy centrado en esta campaña. Después ya se verá".
Por su parte, Iván Azón espera noticias a través de su empresa de representación: “Yo lo dejo todo en manos de mis agentes, lo que es cierto es que estoy muy feliz aquí, es el club en el que me he formado, el de mi ciudad. Queda todo en manos de ellos”.
Francés, representado por Promoesport, tiene una cláusula de 10 millones en Segunda y Francho, al que asesora Arturo Canales, de ocho, mientras Azón, al que representa el exzaragocista David Villa, está blindado con otros 10. Ellos tres son los futbolistas de mayor valor del Real Zaragoza, por juventud, techo y rendimiento, pero en el mismo saco hay que meter a Puche y a Ángel López, los dos con sueldo del filial, y, aunque no sea canterano, también a Chavarría, con un salario similar al de los canteranos y que está completando una notable temporada.
La cantera del Real Zaragoza, a la que casi siempre se ha mirado más por obligación que por devoción, ha sido el combustible principal que ha permitido al club aragonés cuadrar sus presupuestos en estas nueve temporadas consecutivas en Segunda y reducir la deuda neta de los 106 a los 68 millones de euros. Y lo ha sido, fundamentalmente, gracias a los traspasos de Diego Rico, Vallejo, Pep Biel, Soro, Pombo y Raúl Guti, además de otra docena larga de operaciones menores de infantiles, cadetes y juveniles. En total, unos 20 millones de euros de ingresos.
Pero los futbolistas criados en la Ciudad Deportiva no sólo han resuelto la papeleta económica, sino que en estos momentos son pilares principales del presente y del futuro inmediato del equipo. Hablamos de Francés, Francho e Iván Azón, cuyo protagonismo no deja de crecer, pero también de Puche, goleador frente al Fuenlabrada, y de Ángel López, fijo en todas las convocatorias. Estos cinco jóvenes futbolistas deben ser, junto a Jair, Chavarría y Eugeni, las primeras piezas básicas para edificar el Real Zaragoza 2022-23, que, con el cambio de propiedad y la llegada del grupo que lideran los hermanos Mas Santos y una inyección económica, debe convertirse en un serio aspirante al ascenso a Primera División.
En sus primeras declaraciones, en una entrevista concedida a la web del Real Zaragoza, Raúl Sanllehí expresaba ayer su decidida apuesta por los jugadores de casa: “Yo soy un defensor acérrimo de la cantera. Ésta te garantiza la identidad de club dentro del vestuario. He tenido la suerte de vivir, probablemente, el equipo de cantera más exitoso de la historia: el Barcelona de 2008-2012, que también fue la base de la Selección que ganó un Mundial y dos Eurocopas. Creo mucho en la cantera y en tener una base de jugadores de la casa, que cuando llegue un jugador de fuera le enseñe lo que significa el escudo que llevan, que dan ese plus extra de pasión y que conectan sentimentalmente de manera muy estrecha con la afición. El Real Zaragoza históricamente ha trabajado muy bien este aspecto y en esa línea hay que seguir construyendo”.