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ESPANYOL - RAYO VALLECANO

El Espanyol sufre sus penas en familia

El equipo blanquiazul, en una de las peores entradas del curso, cae ante el Rayo y la grada pide la marcha de Rufete y entona el "directiva dimisión".

Actualizado a
RCDE Stadium.
JOAN M. BASCU

La toxicidad. Con 39 puntos, virtualmente salvado, la temporada del Espanyol ha entrado en ese círculo tóxico habitual, siempre primaveral, cuando no hay objetivos clasificatorios y los partidos son condenas, como el del Rayo Vallecano este jueves lluvioso y frío en Barcelona. Las penas se acostumbran a sufrir en familia, y así ocurrió en un RCDE Stadium en el que se registró una de las peores entradas de la temporada, apenas 11.873 fieles, que fueron protagonistas por sus silbidos y cánticos, como también lo fueron esos asientos vacíos, las ausencias en una temporada en la que (con las salvedades iniciales de la pandemia) la asistencia media será la peor desde 2009, año de la inauguración del estadio.

"Rufete vete ya". En el minuto 12 de partido, se arrancó la Juvenil con dos protestas que sintetizan el escándalo de la semana destapado por El Confidencial: "Rubiales vete ya" y "corrupción en la federación". Una grada menos poblada pero más ruidosa y crítica que hace dos semanas ante el Celta. Poco a poco dejó de mirar la paja en el ojo ajeno para ver la viga en el propio y se envalentonó con un sonoro "Rufete vete ya" que inició la Curva y que se extendió por todo el estadio, con el siempre complementario "directiva dimisión", seguramente inadvertido para Chen Yansheng, a diez mil kilómetros. Una atmósfera irrespirable, lejos de lo que ha sido la temporada en el RCDE Stadium, donde el Espanyol ha fraguado su salvación y ha sumado 31 puntos. Pero la historia se repite. Es la historia interminable.

Sin alma. También interminable parecía un partido que el Espanyol arrancó con buen pie ante el Rayo, intentando mandar al son de Darder y con la movilidad de Vilhena, pero que poco a poco se fue atascando, anulado por su kriptonita, pues el equipo de Iraola le ha ganado a Vicente Moreno los cuatro últimos encuentros. Fue el Espanyol de más a menos, incapaz de generar peligro después del 0-1, con solo un remate de RdT al palo como ocasión más clara. No hubo ese empuje ni esa necesidad de ganar ante un Rayo que celebró la victoria como un título: ganó cuatro meses después, se acercó a la salvación.

De la ONG al VAR. Siguió alimentando el Espanyol su condición de equipo aspirina, de ONG de la Liga, que incluso sigue sin suerte con el VAR, que dio validez al tanto de Sergi Guardiola trazando una línea tan inconclusa como la supuesta mano de Raúl de Tomás ante el Atlético, en la que, aunque el jugador admitiera después, no se vio con nitidez en ninguna de las imágenes. Se le niega todo al Espanyol.

Adrià Pedrosa.
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Adrià Pedrosa.GORKA LEIZA

El calvario. Acabó la Semana Santa pero no el calvario de un Espanyol que entra en la espiral más peligrosa de la temporada. El cartucho se agota y todo lo que vendrá será peor hasta que se esclarezca el futuro del próximo curso y se renueven las ilusiones. Porque el aficionado al fútbol es experto en recomenzar y en creer que a la enésima va a la vencida hasta que de nuevo llegue la primavera siguiente y se de cuenta que un jueves lluvioso de abril se encuentra en un Espanyol-Rayo sin muchos alicientes. Y el círculo que es en realidad una noria no deja de girar.