'Gegenpressen', la pócima secreta de Klopp

Ralf Rangnick estudió Inglés y Educación Física en la Universidad de Stuttgart. Iba para profesor. Terminaba la década de los 70 y Rangnick jugaba en el filial del Stuttgart. En clase coincidió con deportistas de distintas disciplinas, aprendiendo sobre sus rutinas, sus entrenamientos y su preparación física. Se fijó en el AC Milan de Arrigo Sacchi. Y en el Dinamo Kiev de Valeriy Lobanovskyi. Pasaron los años, también la oportunidad de Ralf de ser futbolista. Colgó las botas y se sentó en el banquillo. Sería entrenador.

Tomó las riendas del Ulm 1846, con quien ascendió a la segunda división alemana. Se establecieron en la categoría de plata antes de dar un paso más allá. En el año 2000, el equipo de Baden-Württemberg estaba en la máxima categoría de su país. Por primera vez en su historia. Rangnick había sido ignorado por los pesos pesados de los banquillos alemanes. Ahora se enfrentaba a ellos, aunque no siempre lo hizo con éxito. Devolvió al Hannover 96 a la Bundesliga antes de fichar por el Schalke 04. El actual técnico del Manchester United salió de ambos clubes por problemas con las directivas

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Ralf regresó al fútbol modesto. Se hizo cargo de un equipo de un pueblo de poco más de 3.200 habitantes. Un club humilde, en principio, pero ambicioso y con el respaldo económico del billonario Dietmar Hopp. Rangnick llevó al Hoffenheim a la Bundesliga, pero la venta de Luiz Gustavo al Bayern de Munich le molestó. Sintió que sus jefes se contentaban con lo logrado. Él quería más. Y se marchó. Otro tipo con billetes llamó a su puerta. Dietrich Mateschitz vio lo que Ralf había logrado en Hoffenheim y dobló la apuesta. Más ascensos, pero con varios clubes de fútbol. Los de la factoría Red Bull. En 2012 se convirtió en el director deportivo del Salzburgo y el Leipzig, aunque dejó a los austriacos en dos etapas, ambas para entrenar a los alemanes, que habían ascendido de la cuarta a la segunda categoría. Él los llevó a Bundesliga en la campaña 2015/16 y regresó a su despacho. Repitió en la 2018/19 cuando el equipo del este de Alemania volvió a necesitarle al no poder contratar, aún, a Julian Nagelsmann. Y volvió a responder, metiendo al Leipzig en la primera final de la DFB Pokal de su historia.

Su obra maestra. Sus ideas, dentro y fuera del campo, llevado a una lista de clubes a los que se añadirían los equipos de Nueva York y Bragantino. Allí, el Profesor impartió cátedra. El martes se medirá a su alumno más aventajado. Jürgen Klopp ayudó a expandir la filosofía del gegenpressen. Trabajo duro, colectivo, intenso, una defensa compacta y transiciones rápidas. Ocupar espacios para recuperar la pelota lo más cerca de la meta contraria. Y hacerlo, para crear una ocasión lo más rápido posible. Así se dio a conocer en el Borussia Dortmund. Así ha hecho que Anfield vuelva a celebrar los títulos más grandes.