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REAL MADRID

Camavinga vale para todo

El centrocampista francés se ha convertido en un comodín para Ancelotti. Puede hacer tanto de Kroos como de Casemiro y crece partido a partido.

Eduardo Camavinga.
Eduardo Camavinga.JAVIER BARBANCHOREUTERS

Llegar besando el santo no es fácil. En el fútbol, y con 19 años, menos aún. Aunque Eduardo Camavinga parece que pasa de frases enlatadas. Aterrizó sobre la bocina del mercado y apenas tardó seis minutos en estrenar su cuenta goleadora con el Madrid (tanto al Celta en la primera jornada). En Champions, asistencia en zona Cesarini a Rodrygo en su debut contra el Inter que valió tres puntos. Su cometido, no obstante y sobre el papel, era otro: dar descanso a la veterana línea de medios (Kroos-Modric-Casemiro) y aprender de ellos. Lo hace y a medida que el curso avanza destaca como avezado estudiante, al tiempo que muestra valer para todo.

Tras algún valle natural y propio de la edad, desde su titularidad ante la Real Sociedad el 5 de marzo, con golazo incluido que fue el germen de la remontada blanca (4-1) , Camavinga se ha convertido en un comodín para Carletto. Venía de jugar dos minutos (ante el Rayo) en los cuatro choques anteriores (a cero contra Villarreal, PSG y Alavés), pero su actuación frente a los txuri-urdin, supliendo a Toni Kroos, le ha catapultado hacia la regularidad. Pura energía, su entrada por el alemán en la vuelta contra el PSG aportó el músculo que requería el momento. Y no fue minutaje circunstancial, pues ingresó en el 57’ al campo y no ha parado de pincelar su polivalencia, con el choque ante el Getafe como muestra suprema.

Crecimiento

Titular, arrancó como mediocentro, haciendo, de nuevo, de Kroos. Bajó a recibir para cimentar el fútbol de ataque blanco, pero sin olvidar su ímpetu intrínseco a la hora de liderar la presión en campo rival. Fue el centrocampista que más pases intentó (70), con un 94 % de acierto y cuando Casemiro se sentó, le tocó colocarse de cinco, de ancla defensiva, durante 15 minutos. Lejos de desentonar, mostró una disciplina creciente y sus números dibujan su perfil: interceptó más balones que nadie (12), fue quien más robó en campo rival (11) y solo Valverde (16) terminó con más recuperaciones que él (15).

También fue importante contra el Chelsea, oxigenando en la ida y formando parte del batallón en busca de remontar la remontada blue, en la vuelta. Entró instantes antes del 0-3 y luego, a la salida de Casemiro, fue el centrocampista más 'defensivo' sobre el terreno de juego. No es el brasileño, "no hay un jugador como él", reconocía Ancelotti tras el encuentro contra el Geta al ser preguntado por el recambio ideal de Case. Pero ya lleva, en su primer curso, disputados 37 partidos: 18 como mediocentro, 11 como pivote y dos como interior izquierdo.

Tiene fallos a corregir, posicionales en su mayoría y de exceso de brío, de ahí sus ocho amarillas (segundo más amonestado del equipo tras las 15 de Casemiro) en 1.209 minutos (una cada 151'). Es un diamante con aristar a pulir para desembrutecerlo por completo, pero su potencial e importancia en el Madrid van en aumento. Cuando más quema la bola y más necesidad energética ha tenido el equipo, más confianza le está dando Ancelotti a su comodín.