El Eintracht quiere jugar en casa

El miércoles los seguidores del Eintracht ya empezaron a hacerse notar en Barcelona. Doscientos seguidores de las ‘Águlias’ aparecieron en el Nou Sardenya, el pequeño campo del Europa, donde el equipo local jugaba un partido aplazado contra el Huesca B de la Segunda RFEF. Fue una invasión pacífica y amistosa en la que los del Eintracht animaron, sin éxito, al equipo de Gràcia al lado de la afición local mientras el bar del campo hacía un negocio inaudito. También se les vio por la Plaça Reial, la Ramblas y el Born. Pero la gran invasión se espera para hoy, cuando se calcula que llegará el grueso de los más de 30.000 seguidores del Eintracht a Barcelona. La mayoría, sin entrada.

El hecho de que el partido se juegue en Jueves Santo es un detalle importante que preocupa a la directiva barcelonista. Por un lado, muchos socios y abonados del club han iniciado sus vacaciones de Semana Santa y no acudirán al estadio, mientras que por otro, muchos alemanes aprovechan las mismas vacaciones para viajar a Barcelona y combinar unos días de turismo con el hecho de asistir al partido de su equipo.

El Eintracht recibió más de 35.000 peticiones de entradas para el partido del Camp Nou, pero sólo puedo disponer de 5.000 que se agotaron en pocas horas. A pesar de no tener entrada, se calcula que 25.000 seguidores alemanes se han desplazado a Barcelona a la búsqueda de una entrada, lo que puede provocar que el Eintracht, por momentos, se sienta como en casa.

Para evitar este extremo, el Barça ha tomado varias medidas. De entrada ha pedido a los socios que no puedan acudir al partido que avisen al club para que la entidad pueda disponer de sus entradas, que no se venderán en taquillas sino únicamente por vía telemática. El Barça, de esta manera quiere evitar vender entradas a clientes que paguen desde una IP de ordenador radicada en Alemania o con tarjetas de crédito alemanas. Las taquillas del Camp Nou abrirán hoy a las cinco de la tarde, pero únicamente para solventar incidencias, no para vender boletos.

No obstante, desde el mismo club consideran que es muy difícil controlar el acceso de hinchas alemanes al Camp Nou más allá del grupo que se situará en la zona destinada a la afición rival. Métodos para conseguir entradas siempre hay. Y si no, pues lo verán desde los bares en los que ya habían acampado desde el mediodía del jueves.