El Leganés ya otea una salvación cocinada a ritmo de playoff
El primer (y entonces único) objetivo de Nafti a su llegada al club es casi virtual. Ya ha completado 21 partidos (una vuelta) con registros similares a Martí o Garitano la pasada temporada.
El Leganés de Mehdi Nafti está a un paso de conseguir el primer gran (gigante más bien) objetivo que se había marcado el club pepinero con la llegada del técnico franco-tunecino a Butarque. La salvación ya otea en el horizonte con opciones de que sea matemática dentro de cuatro jornadas. Esto es, en el escenario más optimista, el Leganés podría atar su continuidad en Segunda si gana todo de aquí a que falten cuatro jornadas para el final del curso. Las cábalas de otros resultados podría atar la salvación antes si cabe. Postal que allá por el mes de noviembre parecía imposible. Cuando Garitano fue cesado, el Leganés era penúltimo a cuatro puntos de los puestos de salvación.
Ahora el Leganés acumula 45 y flota 14 por encima de los puestos de descenso que marca el Amorebieta como último equipo frontera (31 puntos en su haber). Es decir que, en las 21 jornadas disputadas bajo el mando de su nuevo entrenador, el Leganés ha logrado sacar 18 puntos a esa zona de tranquilidad que, por entonces, delimitaba la Real Sociedad B. El computo global en este periplo es de 35 puntos.
En esa ya muy referenciada clasificación virtual desde que se produjo el cambio de entrenador, el Leganés estaría en puestos de playoff, en 5ª posición con sólo Girona, Eibar, Valladolid y Almería como equipos con mejor puntuación. Los cuatro están en la zona de privilegio real, la que actualmente persigue un Leganés que, el próximo domingo, visita el Oviedo, el 6º clasificado. De vencer en el Tartiere, el Leganés se quedaría a tres puntos. El sueño de buscar el ascenso a Primera no sería ya una entelequia.
Nafti, una vuelta completa
Los 21 partidos que ha dirigido Nafti representan una vuelta completa y coloca al entrenador del Leganés en guarismos de lo que el club planteó a principio de temporada que debía ser el curso: luchar por estar entre los mejores. Curiosamente la pasada temporada los dos entrenadores del Leganés, Martí y Garitano, dirigieron 21 partidos cada uno. El primero cosechó 34 puntos y el segundo sumó 39.
Nafti se mantiene un peldaño por debajo de aquellas cifras, aunque en circunstancias más complejas: una plantilla con menos inversión, sin una pretemporada de por medio y con la tensión de arrancar ya directamente en el pozo. De ahí que el balance que hagan en Butarque de lo que lleva de curso sea satisfactorio.
“¿La salvación? Vamos a ir a Oviedo primero… conoces la respuesta”, comentó Nafti con tono más distendido de lo habitual cuando, el lunes, le cuestionaron si el objetivo de mantener la categoría ya estaba atado.
“Si nos hubieran dicho a nuestra llegada que faltando ocho jornadas íbamos a estar a seis puntos del playoff, todos aquí lo hubiéramos firmado. Vamos a seguir trabajando. No nos conformamos con esto. Solo queremos que nuestra afición se identifique. Estamos lejos de un playoff utópico. No olvidemos de donde venimos… pero soñar es gratis… soñar es gratis”, zanjaba entonces el entrenador, respondiendo así de manera implícita. El Leganés ya está centrado más en la zona de privilegio que en el pozo. El primer objetivo de la temporada está, por tanto, casi cumplido.