El calvario de Villalibre
En Lezama desde 2011, tuvo que salir cedido tres veces en Numancia, Valladolid y Lorca. Tiene gol, como el que selló al Elche, y carisma. Ha superado tres lesiones de bíceps femoral.
Asier Villalibre se sacudió mucha tensión cruzando un balón a la red de Badía. El canterano del Athletic, que anotara 25 goles en su última campaña en el filial, muchos al primer toque entrando como un titán en el área pequeña, anotaba el segundo gol ante el Elche y San Mamés, que le adora, se rendía a sus pies. El Búfalo de Gernika, el 9 específico de la plantilla rojiblanca, lo celebraba con alborozo y Raúl García le abrazaba y chocaba sus cabezas como su mejor mentor. Había mucha tensión en sus piernas en una temporada lastrada por el dichoso bíceps femoral que le ha impedido coger el ritmo necesario para reivindicarse.
Villalibre, cosecha del 97 e internacional con España en todas las categorías inferiores hasta la Sub-19, acumulaba casi un año completo sin marcar. En la factoría de Lezama desde 2011, tuvo que salir cedido tres veces para hacer la mili en Numancia, Valladolid y Lorca, con desigual suerte por la presencia de Jaime Mata en Pucela y por el descenso del club murciano antes de que pusiera sus piernas a su servicio. Curiosamente, se cumplían este domingo en San Mamés cinco años, tres meses, y 30 días después de su debut en Primera contra el Eibar, y desde que marcaba su primer gol en casa con público en las gradas. Todos los anteriores, como el que marcó al Espanyol en Cornellá, fueron fuera de Bilbao, o bien con el estadio vacío, como ante el Mallorca y Granada.
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Sobre su situación personal, Villalibre sostiene que ha atravesado por "un año difícil entre lesiones, por jugar menos minutos", por lo que se ha convertido en casi una penitencia con el bíceps femoral a vuelta esquinando su progresión: "Personalmente ha sido un año duro. Las lesiones son difíciles de llevar y es un gol que da mucha confianza y mucha alegría", valoraba dedicando el gol ante el Elche a un amigo que cumplía años: "He visto que no venía ningún compañero y he tirado", subrayaba tras batir con destreza a Badía.
Villalibre se estrenaba este curso y Williams no gozaba del acierto a su despliegue en la zona de vanguardia, donde se fabricaba ocasiones por las bandas: "Por Villa me alegro mucho, ha pasado una temporada complicada con las lesiones en la misma zona que te genera inseguridad. Le ha costado, pero va progresando y se nota en los últimos entrenamientos. Estoy muy contento por un chaval estupendo tras una temporada tan complicada, es un justo premio", relata Marcelino García Toral sobre su pupilo, un tipo con mucho gol que resurge en medio del ruido del entorno reclamando un esfuerzo por captar a Karrikaburu, cuya cláusula con la Real Sociedad (60 millones) es prohibitiva para el Athletic en esta época postpandemia. Ante el Villarreal, el sábado que viene, espera seguir la racha. Europa sigue en juego.