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CUARTOS (IDA) | CHELSEA-REAL MADRID

Poyet: "Luka Modric es el mejor jugador que tuve delante"

El ex del Real Zaragoza, actual seleccionador de Grecia, recuerda con AS su paso por el Chelsea, donde militó justo antes de la llegada de Abramovich al club londinense.

Actualizado a
Gustavo Poyet posa para AS.
PEPE ANDRESDIARIO AS

Gustavo Poyet (Montevideo, Uruguay, 15-11-1967) vistió cuatro temporadas (1997-2001) la camiseta del Chelsea justo antes del comienzo de la era Abramovich en 2003. El técnico, que en el parón internacional debutó como seleccionador de Grecia con victoria (0-1) ante Rumanía, repasa con AS la actualidad blue, sus recuerdos y el cruce de Champions contra el Madrid. Como jugador del Chelsea, el uruguayo ganó a los blancos la Supercopa de Europa de 1998 (la primera edición a partido único) con un gol suyo.

—¿Cómo ha sido su debut con Grecia?
—Del primer partido marco muchas cosas positivas. Los primeros 45 minutos fue uno de mis mejores debuts en un banquillo [los helenos ganaron 0-1 a Rumanía]. El segundo partido [cayeron 1-0 en Montenegro] fue más complicado. En general, satisfecho con los ocho días que estuvimos con los jugadores. Ya los pudimos conocer, que era lo principal. Es mi primera experiencia a nivel internacional. Me quedo con todo lo que aprendí.

Gustavo López, seleccionador de Grecia, da instrucciones a sus jugadores durante el amistoso contra Montenegro.
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Gustavo López, seleccionador de Grecia, da instrucciones a sus jugadores durante el amistoso contra Montenegro.STEVO VASILJEVICREUTERS

—Se está haciendo todo un trotamundos...
—Es el fútbol de hoy en día si estás abierto y te ayuda el idioma te salen oportunidades. Aprendí francés, inglés... y el español te ayuda mucho porque hay muchos jugadores latinos. En el AEK tenía nueve jugadores que hablaban español... Y ahora, en Grecia, todos hablan inglés.

—Antes los equipos griegos eran temidos. ¿Por qué cree que el fútbol heleno se ha alejado de la élite?
—Tuvieron una época dorada. Tras la victoria en la Eurocopa de 2004 ese grupo se hizo fuerte y mantuvo una base durante muchos años. Están a la búsqueda de esa conexión entre cuerpo técnico y jugadores para que den resultados. Para mí todavía es pronto para dar una opinión.

—Cuando llegó al Chelsea, ganó la Recopa [título que ya había conquistado con el Real Zaragoza en 1995] y luego la Supercopa de Europa al Real Madrid precisamente con un gol suyo...
—Un día a la vez difícil y muy especial para mí. Por la mañana me enteré de que no era titular. Te preparas toda tu vida para jugar una final y más contra el Real Madrid. Había jugado los dos primeros partidos de Premier League. La tarde no fue muy agradable, pero me preparé mentalmente para aprovechar lo que me diera el entrenador. Estaba preparado y pude entrar y hacer el gol. Había hecho goles importantes en todos los equipos que estuve, pero nunca en una final. Sacarme esa espina también fue importante. Marcar un gol así, por el reconocimiento que tiene, te deja marcado. Para nosotros era un partido más grande de lo que los jugadores del Madrid se podían imaginar. Para el Chelsea del 98, jugar una final europea contra el Madrid era algo tremendo. Fuimos a un nivel de esfuerzo y de convencimiento... Fue un partido cerrado, sobre todo los primeros 60 minutos, y después fuimos a ganar. Al final salió perfecto.

Gustavo Poyet celebra el gol que dio al Chelsea la Supercopa de Europa de 1998 en la final contra el Real Madrid.
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Gustavo Poyet celebra el gol que dio al Chelsea la Supercopa de Europa de 1998 en la final contra el Real Madrid.ERIC GAILLARDREUTERS

"Para nosotros era un partido más grande de lo que los jugadores del Madrid se podían imaginar"

Gustavo Poyet, jugador del Chelsea (1997-2001)

—Aquel era otro Chelsea. ¿Qué suponía hace 25 años ganar títulos con aquel equipo, que no era lo que es ahora?
—Yo me di cuenta por los aficionados. La Recopa y la Supercopa en ese momento eran lo máximo. Los jóvenes no habían visto ganar títulos al Chelsea, salvo alguna Copa. La celebración, sobre todo en la Recopa, fue tremenda. Fue el inicio de algo especial para el Chelsea. Luego llegó el hombre, Abramovich, que tomó decisiones muy buenas, sobre todo la de Mourinho, y llevó al Chelsea a otro nivel.

—Usted venía de ganar títulos con otro equipo que no está acostumbrado a ellos, el Real Zaragoza.
—Cuando uno está dentro no se da cuenta. Los que tuvimos la suerte de estar en el 95 ligados al Zaragoza estamos marcados para el resto de nuestras vidas. La gente aún se acuerda exactamente de dónde estaba cuando el gol de Nayim.

—¿Cómo era tener un entrenador-jugador como Vialli?
—Antes tuve a Gullit, pero con él fue distinto porque cuando yo llegué ya era entrenador. Lo de Vialli fue un poco más difícil porque lo tenía al lado en el vestuario y al día siguiente estaba en el despacho. Lo más duro fue para él, porque los jugadores italianos (Vialli, Di Matteo, Zola...) se juntaban para ver los partidos de la Serie A. Y claro, con el entrenador no te juntas un domingo en casa para ver el fútbol. Se quedó un poco solo de alguna manera. Luego en el entrenamiento, cuando se metía, si le teníamos que dar le dábamos. Y él lo aceptaba.

—En la Recopa que ganaron, en las semifinales contra el Vicenza hicieron una remontada similar a la del Madrid contra el PSG y con un gol suyo...
—Yo cuando llegué al Chelsea empiezo bastante bien y me rompo el ligamento cruzado. Parece que la temporada está terminada, pero para mí no era así. Yo quería jugar un partido y tuve la suerte de hacerlo. Jugué unos minutos el partido anterior y el día del partido se dio la circunstancia de que un jugador estaba sancionado y su sustituto pilló una gripe el día anterior. Me tuve que quedar 90 minutos en el terreno de juego y acabé destrozado. Al acabar, Gianluca [Vialli] me dijo que no entrenaba hasta el lunes. Creo que de mis cuatro años en el Chelsea, el ambiente en el segundo tiempo es tremendo. Es el Stamford Bridge de los 80, que ganamos como sea y pasamos por encima. Un momento clave.

"Para el aficionado del Chelsea es una situación muy complicada, espero que se pueda solucionar"

Gustavo Poyet, sobre cómo afectan a los 'blues' las sanciones a Abramovich.

—¿Cómo ve la situación ahora del Chelsea?
—A mí no me gusta mezclar la política con el deporte. Sin entrar en la parte política, para el aficionado del Chelsea es una situación muy complicada porque tienen un sentimiento hacia una persona que les llevó a vivir sus mejores momentos, que gracias a él vivieron momentos extraordinarios y por un tema externo se ven en esa situación. Les han hecho de qué lado estás. Eso es algo de la sociedad de hoy en día que yo odio completamente. Vivimos en una sociedad en la que tienes que estar en un lado o en otro, si no estás en un lado estás en el otro, te encasillan y te separan. Y han intentado separar al Chelsea. Espero que la decisión que tomó Abramovich en beneficio del club sea respetada y se pueda solucionar la situación porque no se lo merece nadie.

—Siendo jugador del Zaragoza, vivió in situ el debut de Raúl...
—Fue increíble. Le faltó el gol. Por suerte, porque si no hubiéramos perdido. Es un buen recuerdo para mí. Con todo el respeto que le tengo a Ancelotti, el día que Raúl dirija al Real Madrid, que lo hará, les podré decir a mis nietos que yo jugué el partido en el que debutó Raúl.

—Morientes fue compañero suyo en Zaragoza y luego rival en aquella Supercopa del 98.
—Con el Moro tuvimos un entendimiento y una conexión espectacular. Nuestro último año allí él marcó 15 goles y yo 14 en Liga. Eso en el Zaragoza son goles. Cuando venía un centro al área, imagino que los rivales algún problema debían de tener al ver que venía Morientes y desde atrás llegaba Poyet y había que marcar a los dos. Sacamos provecho uno del otro y eso nos permitió crecer a los dos.

—Conoce a algunos jugadores de este Madrid de cuando eran jóvenes. A Modric y Bale los tuvo en el Tottenham.
—Modric, con todo el respeto del mundo a todos los jugadores que entrené, fue el mejor. Un entendimiento, una calidad, un equilibrio en su juego, la posición, cómo se encuentra libre, cómo busca la pelota... El mejor que tuve delante de mí. Con Gareth fue distinto porque era muy joven. En aquella época solo quería jugar de lateral izquierdo. Unos años después, cuando explotó de volante, me alegró que se sacara el 3 de la espalda y verle a otro nivel. Su última temporada en el Tottenham estuvo a la altura del mejor Glen Hoddle. Era lógico que iba a ir a algún lado especial, como el Real Madrid. La gente lo tiene que conocer para entenderlo. Hacia fuera parece un poco frío, pero yo mantengo la imagen del Gareth de los entrenamientos, del Gareth con el que te encuentras y hablas y es un placer estar con él.

—Ceballos es otro futbolista al que entrenó muy jovencito.
—Es un chico que tiene un juego muy particular, único. Cuando yo empezaba a entenderlo me fui y no tuve la oportunidad de utilizarlo mejor. No pude sacar lo mejor de Ceballos. Pero ha tenido momentos importantes y tomó decisiones bastante buenas: fichar por el Madrid, salir cedido al Arsenal para foguearse... Creo que tiene una decisión importante que tomar este verano. Es clave y debe elegir bien. Tiene que jugar y buscar ser importante en un equipo. La calidad la tiene.

—¿Veremos en el Madrid al Hazard del Chelsea?
—Es difícil opinar sin saber cómo está. Yo pienso que se fue al Madrid un año tarde. Tenía que haberse ido en el momento que se fue Cristiano. En el fútbol los momentos son claves y por una razón u otra no fue el jugador de su último año en el Chelsea. Veremos. El único que lo sabe es él.

Fede Valverde, internacional del Real Madrid, con la selección de Uruguay.
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Fede Valverde, internacional del Real Madrid, con la selección de Uruguay.ALBERTO VALDESAFP

"Valverde tiene un potencial técnico y físico que le permite jugar en todos lados"

Gustavo Poyet, sobre su compatriota

—¿Qué proyección le augura a su compatriota Valverde?
—Creo que va a estar muchos años en el Madrid. Sabe su posición en el equipo y con quién está compitiendo: Casemiro, Kroos, Modric... Lo tiene clarísimo, como tal lo acepta y eso hace que esté siempre en muy buen nivel. No se queja y cuando tiene la oportunidad demuestra que es un jugador para el Real Madrid. Y después, cuando va a la selección uruguaya demuestra al nivel que está por competir y entrenarse con los jugadores del Real Madrid. En Uruguay estamos sumamente orgullosos de tener un jugador como él en el Real Madrid. Es cuestión de tiempo que sea regular. Le veo una carrera en el Madrid. Con tranquilidad, trabajo, silencio y humildad será una pieza importante.

—¿En qué posición le ve?
—Él es un mediocentro. Luego depende de las características de los futbolistas que tenga alrededor. Al inicio le gustaba jugar mucho de 6, por delante de la defensa. Tiene un recorrido tremendo, la capacidad de ser un box to box. Su potencial técnico y físico le permite jugar en todos lados. Hay jugadores que sólo quieren jugar en su posición. Él ha demostrado que está abierto a jugar y ayudar.

—¿Mbappé, Haaland o los dos?
—Mbappé. Si yo tengo a Benzema, lo de Haaland es un problema. Cuando uno está buscando un delantero centro para jugar todos los partidos 90 minutos, hoy en día, el mejor pegador es él. La cuestión es: ¿puede convencer el Madrid a Haaland de venir y a veces esperar porque está Benzema? No sé.

—El mismo dilema que con Mbappé en 2017, cuando todavía estaba la BBC en el Madrid...
—Pero es distinto, porque Mbappé puede jugar en todos los lados del ataque, es una cosa extraordinaria. Eso lo tendrán que manejar los clubes y lo que uno siente. Y eso solo lo sabe el jugador.

—Ya que hablamos de delanteros noruegos, hábleme un poco de Tore Andre Flo.
—Era un jugador increíble. Técnicamente, la habilidad que tenía con las dos piernas, cómo manejaba el balón, su carácter... Era un chico excepcional. Realmente fue un placer compartir vestuario con él.

—Ganó la Copa América de 1995, pero Uruguay no se clasificó para el Mundial del 94 ni el 98. ¿Les quedó esa espinita a su generación?
—A mí es lo único que me faltó, ir a un Mundial. En Uruguay en aquel momento la situación de los entrenadores no era la correcta, se cambiaba cada cinco minutos. En la eliminatoria del 94 se cambió en medio de la eliminatoria. Pedíamos estabilidad. No jugué mucho, pero me alcanzó para tener algo de por vida. Ganar la Copa América en tu casa, con tu gente, no se cambia por nada. Mi familia y mis amigos el lunes tenían que ir a trabajar y poder hacerlo orgulloso demuestra lo que es jugar para tu selección. Esa oportunidad me deja sumamente satisfecho. Jugué una Copa América y la gané, ya está.

—Curiosamente, tres de los últimos cuatro entrenadores que han ganado la Champions, Zidane, Flick y Tuchel, tomaron las riendas de sus equipos en mitad de una temporada...
—Pero qué nombres me acabas de decir... Es un tema, primero, de que si no tienes buenos jugadores no la puedes ganar. Magos no hay. Y luego el conocimiento del fútbol, de acertar y tener la conexión con el jugador, y creo que lo han logrado. Pero eso no quiere decir que por cambiar un entrenador vayas a ganar. Fueron buenas decisiones, que funcionaron y le sacaron provecho a un cambio en el momento adecuado. La estabilidad te da muchas más posibilidades de ganar, porque el jugador ya te conoce, sabe lo que tiene que hacer, llegas a un entendimiento... Fuiste añadiendo fichitas y haces que crezca.

—¿Ha tenido oportunidad de ser seleccionador de Uruguay?
—Hasta ahora no. Y aunque haya gente que dice que no se puede hablar por respeto al entrenador, uno cuando es chico quiere jugar en la selección de su país o, por ejemplo, en el Real Madrid. Y después se da o no se da. Y como entrenador es lo mismo. Uno cuando empieza quiere dirigir al mejor equipo del mundo y a la selección de su país. Eso no quiere decir que estés en contra del entrenador de ese equipo o del seleccionador. Es un deseo que se pueda dar en algún momento de tu carrera. Yo ahora estoy muy orgulloso de la selección de Uruguay, de que Diego Alonso haya ganado los cuatro partidos, voy a estar pendiente de lo que haga en el Mundial y ojalá esté tantos años como el maestro Tabárez. Después, el tiempo dirá si hay alguna posibilidad.

—Usted jugó un Real Madrid-Chelsea hace no mucho: el Corazón Classic Match de 2019 en el Bernabéu...
—Fue espectacular. Primero, reunirnos los jugadores del Chelsea y luego ver a Morientes y a Raúl. Fue muy bonito ese encuentro y en la cena estar todos juntos. La gente estuvo espectacular. Tuve un recuerdo muy bueno, que metí gol, y lo malo es que me había olvidado de lo grande que es la cancha (risas). Unos días después, iba caminando por Zaragoza y me dolía todo. Tuve que llamar a mi fisio de toda la vida.

—¿A quién ve favorito en la eliminatoria?
—Dependerá de cómo llegan los jugadores. Es muy importante. Se notó el otro día en el Clásico. Hay jugadores que los necesitas en estos partidos y dependiendo quien esté se decidirá, porque el nivel es muy parejo, no creo que haya mucha diferencia. Y si no, compararlo con el PSG, un partido que en la ida parecía cerrado y en la vuelta te hacen otro gol y aparece ese jugador que tiene que estar, Benzema, y te hace dar la vuelta al partido.

—Este Madrid es casi el mismo que el de la temporada pasada, pero se ha reforzado con Alaba y el mejor Vinicius...
—Sí, pero independientemente de todo lo que me digas, yo voy con el Chelsea...