"Mi debut en el Madrid fue raro, sabíamos que Benítez había puesto a un jugador sancionado..."

Philipp Lienhart (25 años) dejó en 2017 el Real Madrid. Desde entonces, juega en el Friburgo. Cinco años han transcurrido desde que abandonara la casa blanca pero no hay entrevista en la que no le pregunten por su paso por Chamartín. Esta semana, en Sport Bild, volvió a hablar de su etapa madridista. Lienhart llegó al Real Madrid en 2014, cedido una temporada por el Rapid de Viena. Aunque se habló de que se incorporaría al Castilla, finalmente jugó toda la temporada en el Juvenil A. El año siguiente, el club blanco adquirió su pase la temporada siguiente y Zidane lo subió al Castilla. Debutó con el primer equipo de la mano de Benítez en aquella chirigota que supuso la alineación indebida de Cheryshev. El austriaco jugó jugó 12 minutos (mes y medio antes había sido convocado por primera vez para un partido de Liga contra el Levante). "Fue raro porque ya sabíamos en el descanso que Rafa Benítez había puesto en el campo a un jugador que estaba sancionado. El partido siguió, pero después se anuló. Entré por James Rodríguez en el minuto 78 y tardé un par de horas en hacerme a la idea. La camiseta del partido está colgada en el armario de mis padres. Si alguna vez tengo una casa, la pondré en un lugar especial".

Lienhart se entrenó esporádicamente con el primer equipo —estuvo en las sesiones previas a la final de Cardiff— y en 2016 realizó la gira de pretemporada por Norteamérica. El defensa tuvo la oportunidad de compartir vestuario y confidencias con Pepe. El portugués caló en el austriaco: "Pepe es conocido como un defensa agresivo. En el vestuario, sin embargo, llegué a conocerlo como una persona extremadamente agradable y servicial. Durante un ejercicio táctico me dio unos consejos sobre cómo encarar de lado cuando se defiende y no con los dos pies hacia adelante. Así puedes defender rápidamente hacia atrás y hacia adelante al mismo tiempo. Todavía me lo tomo muy en serio hasta el día de hoy".

No sólo aprendió de Pepe. La presencia de Zidane también le impactó. Le tuvo en el Castilla y, posteriormente, entrenó con él cuando el francés le subía al primer equipo. Leinhart contó en Sport Bild una anécdota que pone de manifiesto la clase de técnico que se encontraron los jugadores del Real Madrid cuando Zizou cogió los mandos: “Una vez practicamos tiros de falta. Los jugadores no acertamos ni un tiro libre. Cogió la pelota y dijo: 'Miren muchachos, así es como se hace', y luego golpeó la pelota justo en la escuadra. Eso nos dejó claro a todos lo increíble que era como futbolista". Zidane era una leyenda del club; escenas como aquella hizo engordar más su aura a ojos de sus jugadores. "En el Madrid siempre tuvimos mucha posesión, incluso en el Castilla. Un consejo de Zidane fue que siempre se debe acelerar la circulación de balón con pocos toques. El tiempo entre controlar y pasar tenía que ser más corto y tenía que mirar alrededor antes de que me llegase el balón para tener una buena solución de inmediato. Me desarrollé mucho allí y me beneficié de él como entrenador", concluyó el del Friburgo.