Bélgica se sale con la suya
La Federación belga llevaba intentando que Hazard se operase de nuevo desde marzo de 2021, de cara a la Eurocopa; al Madrid, que no lo veía claro, no le afecta tanto deportivamente ahora.
El Real Madrid ha terminado por acceder a que Eden Hazard pase de nuevo por el quirófano para retirarse la placa de titanio que tiene en su tobillo derecho. Le fue colocada en primer lugar durante su etapa en el Chelsea, tras lesionarse en un entrenamiento con Bélgica, y en noviembre de 2019 recibió un fuerte impacto en esa zona por parte de su compatriota Meunier, durante un Madrid-PSG, que le llevó a pasar de nuevo por el quirófano para retirarla y cambiarla por una nueva (primero probó con un tratamiento conservador, pero se lesionó al poco de regresar).
Sin embargo, aquella operación no solventó totalmente el problema, pues durante el curso 2020-21 Hazard fue sufriendo una y otra vez lesiones musculares que desencadenaron una disputa médica entre la Federación de Bélgica y el Real Madrid: su selección era partidaria de que volviese a operarse, para ver si así podía volver a su nivel de Inglaterra, mientras que el Madrid se oponía. La teoría de la Federación belga, allá por marzo de 2021, implicaba que Hazard se perdiese lo que quedaba de temporada para que pudiese llegar en plenitud a la Eurocopa; el Madrid se negaba, apostaba por que Hazard fuese acondicionando su cuerpo a la nueva situación poco a poco, esperando que recuperase la forma jugando.
"Al principio miramos todas las posibilidades para encontrar la mejor opción. Una de ellas fue operar y quitar la placa. Después de todos los consejos y el análisis de todos los expertos, la decisión ha sido no hacerlo. Estamos trabajando en la misma dirección que el Real Madrid, hay una gran relación entre nuestros servicios médicos. El problema es que todo viene de aquella operación, pero la decisión es clara: un tratamiento conservador", explicaba en marzo de 2021 Roberto Martínez, seleccionador de Bélgica, negando un conflicto entre federación y club que había existido, sin duda.
De hecho, desde Bélgica se comenzaron a filtrar informaciones no demasiado bien intencionadas en relación al Real Madrid, tratando de desacreditar la decisión tomada por el club. Empezando por el jefe de los servicios médicos blancos, el croata Niko Mihic, del cual decían fuentes de la Federación belga en medios locales que estaba "poco especializado y se inclina poco a escuchar a los que sí lo están". También recibía su ración Grégory Dupont, entonces preparador físico del Madrid a las órdenes de Zidane, que lo fichó desde la selección francesa.
Además, en la prensa belga se ha informado en repetidas ocasiones de que un fisioterapeuta de la Federación y de la máxima confianza de Hazard, Lieven Maesschalck, se había integrado en la estructura del Real Madrid para dar servicio específico a Hazard. Desde el Real Madrid negaron repetidamente a AS esa situación, si bien se consideraba verídico que Maesschalck trabajase mano a mano con Hazard en su tiempo libre, como hacen la mayoría de los jugadores de élite.
Un buen momento para que Hazard se opere
Pero en este año 2022, el contexto ha cambiado radicalmente, y también la postura del Real Madrid. Hazard comenzó contando para Carlo Ancelotti, pero las lesiones y su bajo rendimiento terminaron por relegarle, también gracias al gran nivel mostrado por Vinicius. El belga apenas acumula 877 minutos con el Madrid este curso y no ha tenido ni un minuto en las últimas cuatro jornadas de Liga; tampoco en la vuelta de los octavos de Champions, ante el PSG.
Llegados a este punto, sin ser Hazard importante deportivamente para Ancelotti (con Zidane fue titular siempre que pudo, pese a que su rendimiento seguía siendo muy bajo), el club blanco ha decidido que es buen momento para que el belga se opere, lo que acabará prácticamente con su temporada 2021-22 (puede regresar para los últimos partidos del curso, pero lo haría sin ritmo ninguno). Bélgica se sale con la suya de cara al Mundial de Qatar 2022; el Madrid en parte también, con la esperanza de que esta operación permita ver una versión mejorada de Hazard, ya sea de blanco o cedido o traspasado el próximo verano en otro club. El extremo acaba contrato en 2024 y, entre Vinicius, Benzema y la probable llegada de Mbappé, tiene difícil hacerse con un puesto en el once del Madrid 2022-23. Todo lo que ayude a que pueda encontrar un nuevo destino le viene bien al club blanco, que le paga 30 millones brutos por temporada.