El Sardinero huele el ascenso
Un bello gol del enrachado Cedric, tras una gran acción de Tienza, el mejor del día, da al Racing el triunfo ante un buen SD Logroñés, que no pisó el área
El Racing suma y sigue. A veces juega bien, a veces regular, como hoy, pero es una apisonadora que se escapa y tiene tres partidos de ventaja respecto a su inmediato perseguidor. Frente al Sociedad Deportiva Logroñés careció del control del juego durante muchos minutos, pero apenas sufrió y, además del gol del imparable Cedric, tuvo las dos ocasiones más claras del partido para haber sentenciado. Viendo lo que pasaba en Balaídos, la derrota del Depor, Romo pensó que el día no estaba para poesía, dobló laterales y perdió todo el tiempo que pudo en la última media hora. Y ganó.
Cedric declaraba el jueves que ahora quieren salir a arrollar a los rivales. Tal cual. Los primeros cinco minutos del partido fueron exactamente eso, un Racing arrollador, con presión altísima, favorecido por la insistencia de la SDL en salir jugando desde su área. Pero duró poco. Lo que tardaron los riojanos en darse cuenta que tenían superioridad numérica en el centro del campo y que Albisua o Javito podían aparecer solos en cualquier momento para dar un apoyo. A partir de ahí, el juego se equilibró, igual que la posesión, y las áreas estaban de adorno.
Romo optó por Yeray en lugar de Borja Domínguez en la mediapunta y ahí estuvo parte del problema en la primera mitad. Yeray, nervioso y fallón con el balón, su gran especialidad, estaba demasiado pegado a Cedric y no empastaba con los dos pivotes, que se multiplicaban en defensa y sufrían para sacar el balón. En esas estábamos cuando saltó uno de esos chispazos que cambian los partidos: ese pase entre líneas para sacar el balón que venía saliendo a los de Logroño, lo leyó en el 40' Fausto Tienza, que no solo robó sino que metió un pase en profundidad a Cedric para dejarle uno contra uno con Caneda. Y claro, tal como está el nigeriano ahora mismo, gol. Muy buen gol. Lo mejor del primer tiempo.
El descanso no sirvió para que Romo lograra devolver el control del juego a su equipo, incluso los cambios de Llona, metiendo a Calderón de saque y pronto a Sandoval, abrió mucho el campo y generó problemas por fuera. El técnico racinguista reaccionó doblando laterales y metiendo en el campo a Sergio Marcos en lugar de un desacertado Yeray para aumentar la posesión. Eso y la inconmensurable labor defensiva de Íñigo y, sobre todo, Fausto Tienza, que se multiplicaban, sirvió para tapar todas las vías de agua. También Unai Medina, dando salida muchas veces por su costado, fue fundamental.
Pese a que la SDL se acercaba y forzaba constantemente saques de esquina, Parera no necesitó exhibir demasiado su gran estado de forma, mientras que los locales tuvieron dos calarísimas a la contra. Una, la que falló Bustos, solo, sin portero, en el área pequeña a pase de Soko en un dos contra el portero, se va a hacer viral. Harper desperdició la suya por no atreverse a rematar con la derecha cuando se encontró ante Jero Lario. El árbitro recetó siete de alargue pero, salvo una llegada de El Haddadi, el Racing tiró de oficio y apenas hizo sufrir a su afición, que salió del estadio convencida del ascenso.
