Las Palmas da la vuelta al calcetín fuera de casa
Los amarillos con García Pimienta, a pesar de la mala racha rota en Valladolid, han conseguido atajar sus grandes problemas.
Una de las grandes rémoras a lo largo de la temporada de Las Palmas era su actuación fuera de casa. Y de esto destacan los goles encajados como principal causante de una desazón que poco a poco fue descosiendo las expectativas que generaba como sólido local. Algo que a poco que fallara como local se proyectaba como un problema que podría detener en seco las aspiraciones grancanarias.
Sin embargo, se está moviendo algo por debajo de la pátina que cubre la mala racha recién rota en Valladolid. Aquella que fue desde Burgos hasta Girona, cuando los amarillos pasaron de ser aspirantes a moverse en tierra de nadie a falta once encuentros por delante y a ocho puntos con el golaveraje perdido.
Y ese algo en movimiento, no es poco para Las Palmas, cerrar la portería. Al menos de visitante, de local queda mucho por andar. Decíamos que no es poco porque antes del partido en Cartagena, los amarillos habían logrado cuatro imbatibilidades en dieciséis partidos, mientras que desde ahí, cuatro encuentros, ha acumulado tres.
De este hilo se puede tirar aún más. Porque tomando como referencia ese partido de Cartagena, los de García Pimienta son el equipo que más porterías a cero fuera de casa ha conseguido como visitante. Lo que sumado a las cuatro previas con Pepe Mel lo colocan, junto al Eibar, como el equipo que más veces ha dejado su portería a cero de la categoría.
Y jalando más del hilo nos encontramos que desde que el técnico barcelonés es entrenador de los amarillos a la U.D. Las Palmas como visitante no le han marcado ningún gol de jugada, y es que los únicos dos goles, aquellos que encajó ante el Zaragoza, fueron a balón parado.
Otra de las mejoras de estas porterías a cero está en la una ligera mejora de su capitalización de las porterías a cero. Porque mientras que de las cuatro porterías a cero con Mel, Girona, Burgos, Real Sociedad B y Tenerife significaron 8 de 12 puntos, en estos últimos casos ha venido aparejado de 7 de 9. Es decir, de 2 puntos por partido frente a 2,33.
En términos globales, tras la última victoria, la mejora frente a la era Mel fuera de casa es sustancial, de los 0,9 puntos por partido como visitante se ha pasado a los 1,75. Un incremento de casi el doble. Superando incluso la media de la temporada de los seis primeros clasificados que está en 1,5 puntos. Siendo el Girona el que peor ratio de puntos por partido consigue con 1,26 y el mejor el Tenerife con la misma marca que los grancanarios.
Además, todo esto ha repercutido en que desde la llegada de García Pimienta los amarillos fuera de casa sean el equipo que más puntos ha cosechado de la categoría empatando en la cabeza con Valladolid y Eibar. Primero y segundo de la general al término de esta pasada jornada.
Por tanto, se da la paradoja que la gran debilidad de Las Palmas se ha convertido en fortaleza. Sin embargo, el que era su gran punto fuerte, su consistencia como local, y que estaba sosteniendo su candidatura como contendiente a la promoción se ha convertido en el talón de aquiles. Pasando de puntuar en este tiempo de 2 puntos por partido a 0,5 puntos.
Y es que hasta ahora, las gallinas que han salido no se han compensado con las que han entrado. Haciendo una proyección, de haberse mantenido la media de puntos, con Mel se proyecta una cifra de 11-12 puntos (3,6 fuera y 8 en casa) en los últimos ocho encuentros, frente a los 9 de García Pimienta (7 fuera y 2 en casa). Algo que hubiera colocado a Las Palmas en los 46-47 puntos, fuera de la promoción, en una hipotética séptima plaza a 4-5 de la promoción.