El día que cambiaron las vidas de Tamudo y del Espanyol
Se cumplen hoy las Bodas de Plata de su debut, presagio ya de la época que marcaría el máximo goleador blanquiazul y catalán en la historia de LaLiga.
Si un escritor quisiera armar una ucronía sobre la historia del Espanyol, lo que pudo haber sido y no fue, uno de los puntos de partida idóneos se situaría en el 23 de marzo de 1997. En una fecha que cumple ahora 25 años, un cuarto de siglo, las Bodas de Plata, y que significó acaso el inicio de una época. Se trata del debut de un chaval de 19 años, que lucía el dorsal 29, y que el día antes había recibido una llamada del añorado Josep Manel Casanova en casa de sus padres para anunciarle que iba convocado. Se trata de Raúl Tamudo Montero.
"Mi vida cambió en un día", sentenciaba el propio Tamudo, en una charla de hace un tiempo con AS. Convertido en un manojo de nervios, y tras correr por la banda del Rico Pérez de Alicante mientras perdía el Espanyol por 1-0 y se complicaba la permanencia, Paco Flores le echó un grito para que acudiese al banquillo. Era el minuto 57 e iba a entrar, para dotar a los pericos de la movilidad arriba y del gol que estaba necesitando ante el Hércules. Un primer mano a mano con Miguel Marí parecía ofuscarle, hasta que llegó la jugada de su gol. El primero de muchos. Un pase al espacio de Luis Cembranos que Tamudo resolvió con una vaselina. Alma de calle desde el primer día.
El día que cambiaron las vidas de Tamudo y del Espanyol
"De no haber marcado aquel gol no sé cómo me hubiera ido", se pregunta el León de Santa Coloma, adjunto ahora a la dirección deportiva de un Espanyol en el que hizo historia tantas veces que en cualquier resumen se escapan detalles importantes: los goles en las dos finales de la Copa del Rey, el Tamudazo, la salvación de 2004 ante el Murcia, haber sido el único que marcó en Sarrià, Montjuïc y Cornellà, el máximo anotador blanquiazul y catalán en LaLiga (129 dianas)… O, con la Selección, su plata olímpica en Sidney-2000 y aquel partido en Aarhus que cambió el rumbo de España. Como en el Espanyol sucedió el 23 de marzo de 1997. 25 años después. Como si fuera ayer.