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Borja Jiménez, ante su semana más complicada

El Deportivo tocó fondo en Badajoz y se ha desplomado con una segunda vuelta de descenso: seco en ataque y débil en defensa. La Cultural y Riazor, próximo examen.

Partido Deportivo de La Coruña -   Racing de Ferrol Borja Jiménez
Jesus Sancho (Sanchofoto)Diario as

El Deportivo afronta las últimas once jornadas de liga sumido en su mayor crisis de la temporada. Los blanquiazules salieron vapuleados del Nuevo Vivero y suman una pírrica racha de cinco puntos de los últimos 21 en juego. Una caída libre que ha llevado a los blanquiazules de ser líderes destacados a tener el primer puesto (seis puntos) a mayor distancia que la frontera con el playoff (cinco). Con este panorama, Borja Jiménez afronta su semana más complicada desde su llegada al banquillo coruñés este pasado verano. El técnico es consciente de ello y el domingo, tras una paliza de 650 kilómetros y llegar de madruga a A Coruña, citó a sus jugadores para entrenarse en Riazor cambiando los planes iniciales y planificando una semana en la que no habrá ningún día de descanso.

La nefasta marcha del equipo en este último mes y medio obliga al técnico abulense a encontrar la fórmula para reaccionar de inmediato, volver a meter al Depor en pelea y acallar las primeras voces críticas. Tras la debacle de Badajoz, Borja fue autocrítico, duro con los jugadores y sabe que el trabajo que tiene por delante es intenso, ya que los números de esta segunda vuelta son de descenso. En ataque, los coruñeses no solo se han quedado secos, les cuesta un mundo generar ocasiones. En las siete últimas jornadas los herculinos solo han logrado tres goles, se han quedado sin ver puerta en cinco de ellas y ya suman tres partidos, 304 minutos consecutivos, sin celebrar un tanto.

La defensa y el sistema

Pero los blanquiazules no solo flojean en ataque, también en defensa. En estos siete encuentros han recibido ocho goles, uno más que en las 16 primeras jornadas de liga. Malísimo balance con el 3-0 de Badajoz como puntilla final; un número de goles que no había recibido nunca en los 50 partidos que había disputado en la tercera categoría. Así, Borja tiene que encontrar la solución en ataque, defensa y elegir el plan, algo que ha ido cambiando varias veces en las últimas jornadas. De la intocable apuesta por el 4-3-3 se pasó a un 4-2-3-1, al famoso rock and roll de los tres delanteros o al rombo en el Nuevo Vivero. El próximo sábado, la Cultural y Riazor determinarán si hay resurrección o hundimiento.