A por la escapada buena
Tras los pinchazos del Depor y el Celta B, el Racing puede romper la clasificación si es capaz de ganar al Zamora, que lleva siete jornadas sin meter un gol
Al estilo Tadej Pogacar. Si la semana pasada el genial ciclista esloveno rompía la Strade Bianche, la bellísima carrera toscana, arrancando solo a 50 kilómetros de meta en la misma cara de todos sus rivales, el Racing tiene la oportunidad de escaparse mañana, a diez jornadas del final, si es capaz de ganar al Zamora en El Sardinero. Las derrotas del Depor en Badajoz y del Celta B, en casa y ante el casi desahuciado Tudelano dejarían al Racing con seis puntos, más golaveraje, con los de Riazor y diez sobre vigueses y Rayo Majadahonda. Si gana, claro.
Si el fútbol no fuera un deporte en el que pueden pasar cosas como lo que sucedió en el Bernabéu el miércoles, uno podría animarse a profetizar que al Racing le espera una tarde plácida en El Sardinero frente al Zamora. El equipo de Romo fue muy superior a los rojiblancos ya en el Ruta de la Plata, en la primera vuelta, y llega a esta jornada en su mejor momento de juego y resultados. El cuadro zamorano, en cambio, está en plena depresión, a cinco puntos de la salvación y acumula siete jornadas consecutivas sin marcar un solo gol. En ese periodo, los santanderinos han marcado 13 y encajado solo tres. Pero no, esto es fútbol y lo más probable es que Racing tenga que sudar para ampliar su ventaja en la cabeza de la tabla.
Para medirse al equipo del gallego Yago Iglesias, Guillermo Fernández Romo no podrá contar con Patrick Soko, sancionado por acumulación de tarjetas, ni con Manu Justo que completó la sesión del viernes, pero que llegó al vestuario tras una sesión de remates, con molestias en los isquios y está pendiente de una resonancia magnética. A cambio, vuelve Álvaro Mantilla, ausente por sanción el pasado miércoles. Ahí está una de las grandes dudas del once: ¿seguirá Bobadilla junto a Pol Moreno o recuperará Mantilla su plaza? Argumentos hay sobrados para defender ambas candidaturas.
Para suplir la ausencia de Soko parece más que probable que Arturo se cambie de banda, ocupe la del camerunés y deje el costado izquierdo para Marco Camus. Pablo Torre en la media punta y Cedric Omoigui arriba son indiscutibles: el de Soto de la Marina es el mejor jugador de la categoría y el nigeriano cuando está con la flecha para arriba, y así lo demostró contra la Cultural, es diferencial.
El míster racinguista, no obstante, puede, tras tres semanas muy cargadas de partidos y emociones, rotar algo más de la habitual. El jueves y el viernes sus titulares prácticamente no entrenaron porque, confesó, los veía muy cansados. Eso podría suponer la entrada en el eje de Borja Domínguez o Sergio Marcos en lugar de Tienza, que descansara de inicio Unai Medina, el más justo muscularmente de todos o, si ya quiere hacer un alarde, meter a Yeray por Pablo Torre, para quitar carga a su estrella. Sería un pecado, pero sin en algún momento se lo puede permitir es en este partido.
El Zamora, un equipo que intenta jugar al fútbol y suele apostar por un ofensivo 4-3-3 que, sin embargo, no le da. Solo ha marcado 16 goles en toda la temporada, una cifra inferior incluso a la del Tudelano, que lleva último toda la temporada, y que son 25 menos de los que suma el Racing. Iglesias no tiene más bajas que las de larga duración y confía en la clase y experiencia en la categoría de Carlos Ramos, Dani Hernández y el cántabro Julián Luque para quitarle el balón al Racing.
(Foto superior: Cedric Omoigui celebró para AS el viernes en La Albericia su reencuentro a lo grande con el gol tras cinco meses de abstinencia)
Ficha previa
