El sargento Furia

Álvaro Mantilla marcó el gol de la victoria en Salamanca y con su velocidad y concentración se reivindicó. Romo tiene suerte de tenerle a él y a Unai Medina

SantanderActualizado a 21 de febrero de 2022 20:14 CET

Nacho CuberoDiario AS

Lo que tiene es futuro

Álvaro Mantilla es un chaval de 21 años que cuando tenía 20 declaró en la SER que "yo he tenido un pasado en el que algún plato he roto". Puede ser. Lo que yo tengo claro es que ahora mismo tiene mucho más futuro que pasado. Es fuerte, rápido, duro, bueno en el juego aéreo y polivalente. Y racinguista. Sí, ya sé que con balón les hay mejores. Solo faltaba, si además tuviera eso, estaría en el PSG en vez de Sergio Ramos, pero como se demostró ayer en el Reina Sofía, Guillermo Fernández Romo es muy afortunado de tenerle como alternativa a Unai Medina en el lateral derecho, o a cualquiera de los centrales. A Antonio Carriazo y a muchos defensores de la cantera racinguista se les hinchó el pecho viendo en Salamanca a 1300 racinguistas en las gradas y a tres productos de La Albericia, Íñigo, Mantilla y Pablo Torre, echándose el equipo a las espaldas en el césped (artificial). Y todavía hay quien sostiene que hacer cantera sale demasiado caro. Lo caro es hacerla mal.

Bustos emite señales

El segundo tiempo frente a Unionistas dejó para el Racing una superioridad incontestable, el gol de la victoria y, entre otras cosas, los mejores minutos de juego de Álvaro Bustos en meses. Soy de los que cree que Romo le está reconociendo a Marco Camus su magnífico momento de forma menos de lo que se merece el santanderino, pero eso no es contradictorio con entender que sería una gran noticia la recuperación de la mejor versión de Bustos. El gijonés lleva meses ofreciendo una cara 'light'. Como si le faltara fuerza, velocidad o confianza. O las tres cosas. En el segundo tiempo del Reina Sofía, sin embargo, se pareció más al jugador que llegó al Racing la pasada temporada. Sus números no son malos, cuatro goles y cuatro asistencias (ayer, la del gol de la victoria de Mantilla), pero él es un muy buen futbolista de esta categoría y el Racing necesita que siga siendo aquel. Como Raphael.

Siempre están ahí

Está siendo siendo muy preocupante, en buenos y malos horarios, la flojísima asistencia que se viene registrando esta temporada en El Sardinero. Que, con más de 8000 abonados, nos hayamos acostumbrado a andar por los 5000 raspados en cada partido es como para meditar al respecto. Algo falla. ¿Cansancio de la categoría tras una demasiado larga travesía del desierto?¿Aburrimiento por el pobre espectáculo pese a los buenos resultados? Habrá de todo, pero de lo que no hay duda es que en cuanto hay una buena razón para hacerlo, el racinguismo responde. 1300 a tres horas largas de Cantabria no es moco de pavo, pero el meritorio triunfo de Riazor y el efecto bola de nieve hicieron posible el reencuentro. Bien está aprovechar el momento con promociones como la de entrada a un euro para un acompañante que ha propuesto el club para el domingo o la fiesta que organizarán las peñas en Tetuán. La ocasión la pintan calva.

Arturo sabe jugar al fútbol

Después de las pocas semanas que Arturo Molina lleva en el Racing ya tenemos un par de cosas claras: que muy mal tiene que hacerlo para que Romo no le dé bola y que es un buen jugador de fútbol. No es demasiado dañino de cara a la portería rival, pero, en cambio, da mucha continuidad al juego (se ofrece y la pasa siempre a uno con la camiseta de su mismo color) y asegura posesión en campo contrario, una de las asignaturas pendientes de este Racing. Ayer, sin ir más lejos, cuando tras el pésimo inicio del partido, Íñigo y Pablo Torre se encargaron de dar un golpe de timón, Arturo fue fundamental para que estos tuvieran un pie amigo en el que confiar. Al Racing le da mucho Soko de inicio, ya que hasta ahora nunca ha dado su mejor versión saliendo desde el banquillo, pero hay que convenir que el murciano es bueno y de un perfil diferente a lo que había.