Los grandes, con un ojo puesto en las estrellas del Chelsea

Los cimientos del Chelsea se tambalean tras la sanción de consecuencias catastróficas impuesta por el gobierno británico a Roman Abramovich, hasta ahora dueño de la entidad. Dos semanas después de que se iniciara la invasión rusa en Ucrania, el gabinete de Boris Jonshon llevó a cabo un nuevo paquete de sanciones que esta vez sí han afectado al magnate ruso.

Abramovich no podrá disponer de sus activos, no podrá hacer transferencias con individuos o empresas del Reino Unido y tampoco podrá visitar el país. Además, por el momento, los nuevos acuerdos o los nuevos préstamos están prohibidos, y todos los movimientos del club estarán supervisados por el gobierno de Johnson. que ha limitado a 24.000 euros el gasto destinado a los viajes del equipo, a 600.000 euros los de la seguridad y los servicios de cada partido, y algo muy llamativo: no permitirá la venta de entradas.

Irremediablemente, todas estas acciones repercuten en la planificación deportiva de la entidad blue, y principalmente en el primer equipo masculino y en el femenino, que había encontrado una gran estabilidad en los últimos años.

La entrenadora Emma Hayes, que amplió su contrato con el club londinense el pasado verano tras ganar la Liga y ser subcampeonas de la Champions, no ha tenido problemas en admitir su preocupación por la situación y ha afirmado en Sky que los fichajes pactados para la siguiente temporada están ahora mismo "en el aire".

"Tampoco sabemos el impacto que puede tener sobre las jugadoras que acaban contrato", ha dicho la que fuera elegida como mejor entrenadora de 2021. Lo cierto es que el Chelsea ya está sufriendo una fuga de patrocinadores. 'Three', de donde venía buena parte de los ingresos destinados al equipo femenino, ya ha suspendido su contrato con la entidad blue, y los grandes clubes europeos miran de reojo a las estrellas que podrían quedar libres próximamente.

Bien es cierto que el club londinense venía haciendo contratos de larga duración a sus futbolistas: Pernille Harder tiene contrato hasta 2023, al igual que otras de enorme calidad como Fleming, Guro Reiten, Eriksson, Leupolz o Fran Kirby. Sin embargo, la goleadora australiana Sam Kerr acaba este año, al igual que la japonesa Ji So-Yun o la portera Berger.

Aun así, el futuro es tan incierto que los grandes clubes femeninos como el Wolfsburgo, el Barça, el Lyon, el PSG o los incipientes como el propio Real Madrid se empiezan a frotar las manos ante la posibilidad de sacar tajada de la fuga de talentos que podría darse en el Chelsea próximamente. Con la sombra de la desaparición encima, la entidad londinense intentará paliar las sanciones sufridas negociando con el gobierno británico.