Casillas, 'infiltrado' en el Bernabéu
El exportero del Real Madrid publicó en su perfil de Twitter una instantánea en el estadio viendo el partido contra el PSG, cubierto por una braga, con gafas y gorra.
La noche del miércoles entró de lleno en la lista de las más épicas de la historia reciente del Real Madrid. En el minuto 60 de la vuelta de los octavos de final contra el París Saint-Germain, los de Carlo Ancelotti perdían 2-0 en el marcador global y solo habían conseguido rematar tres veces a puerta en 150 minutos de eliminatoria. Una buena presión colectiva encabezada por Karim Benzema, convertido ayer en leyenda madridista por derecho propio, propició un error de Donnarumma que acabó en el 1-1 y desató la tormenta perfecta.
El éxtasis generado tras una media hora de ensueño, donde el Real Madrid metió tres goles que bien pudieron ser varios más, alcanzó a todos los estratos del deporte. Tenistas, jugadores de baloncesto, incluso futbolistas del máximo rival como Dani Alves se hicieron eco de lo que fue una de esas noches que se narrarán durante años para explicar lo que es la mística del Santiago Bernabéu en la Champions.
Ningún madridista quería perderse un encuentro de ese calibre. Entre los más de 60.000 aficionados que había en el estadio blanco se encontraba Iker Casillas. Aunque probablemente pocos se dieron cuenta, ni siquiera los que estaban en su sector. El exportero del Real Madrid, leyenda del club y que bien sabe lo que es vivir noches así, compartió a las 2:23 de la madrugada una fotografía en el Bernabéu en su perfil de Twitter.
Lo que más destaca de la instantánea no es su presencia allí, sino la manera en la que iba vestido. De no ser porque la foto la compartió él mismo, pocos habrían adivinado que el que aparecía era él. Cubierto con una braga que le tapaba por encima de la nariz y acompañando el 'outfit' con unas gafas y una gorra, más bien parecía un infiltrado que una leyenda del club. Probablemente, el exguardameta quiso curarse en salud y pasar desapercibico para disfrutar de una noche mágica sin que nadie le reconociera.