Un martillo en Nervión

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Dos martillos presiden el escudo del West Ham United, alumbrado en 1895 con el nombre de Thames Ironworks, la naviera que lo fundó para sus trabajadores a las orillas del río Támesis. Un club con pocos títulos locales (tres Copas de Inglaterra, la última en 1980) y un lejano pedigrí continental, pues ganó la Recopa en 1965. Muchos de sus fans califican el partido de esta tarde como uno de los más importantes en su historia. Dirigidos por el escocés David Moyes, al que en España se recuerda por su controvertida etapa en la Real Sociedad, los hammers viven días de vino y rosas en los que se codean con la élite de la Premier, intentan de hecho arrebatar un sitio Champions a alguno de los mastodontes del campeonato más rico del mundo.

La cosa es que el West Ham se encuentra al Sevilla, aunque sea este Sevilla disminuido por las bajas (sigue el partido en directo en As.com). La historia dice que cada vez que ha superado los octavos de final de la antaño UEFA, el club de Nervión ha acabado ganando el título. Seis veces, seis, ha ocurrido eso, epopeya sin igual que podría tener una coronación de oro si a finales de mayo levanta la Séptima en su propio estadio, donde se disputa la final de la presente edición.

Sin llegar a hercúlea, la tarea se las trae. El West Ham viene sin Bowen, uno de sus mejores atacantes, y con la duda de Declan Rice, por el que dicen alguien pagará 100 millones de euros el próximo verano. Pero sigue contando con el central francés Kurt Zouma, el pivote checo Soucek, el incontenible Michael Antonio, la clase del argentino Lanzini y del castellonense Fornals... un elenco con calidad pero también muy físico, que juega a un ritmo endiablado. Justo lo que le falta a este Sevilla exhausto. Lopetegui recuperó para la lista a Anthony Martial pero sigue sin los Montiel, Diego Carlos, Rekik, Fernando, Papu Gómez, Lamela y Suso, mientras lamenta también la baja de Delaney, sancionado. Lo justo para colocar un once, tirar de historia y aguardar la magia de Nervión.