El Depor se rearma desde atrás
El Deportivo sigue colíder a pesar de su crisis y va recuperando su solidez. Lleva dos porterías a cero, Mackay ha vuelto y Borja ha reactivado el trivote.
El Deportivo se fue a dormir el sábado cabizbajo. Indignado por el arbitraje de Ruiz Álvarez ante el Racing de Ferrol, pero también preocupado por sumar otro partido sin ganar en Riazor. La botella se volvió a ver medio llena el domingo tras el tropiezo del Racing en Talavera (1-1) que mantiene a los coruñeses colíderes, aunque los santanderinos tienen un partido menos. También medio lleno tras sumar su segundo partido consecutivo sin encajar, algo que no ocurría desde diciembre cuando los de Borja Jiménez encadenaron dos porterías a cero ante el propio Racing de Ferrol en A Malata (0-0) y luego contra el Valladolid Promesas (3-0).
Por encima de la importancia de no recibir goles, en la caseta blanquiazul se valora las pocas oportunidades que han sido capaces de generarle los rivales. Ante el Sanse (0-0) Pablo Brea apenas tuvo que realizar paradas de mérito y el peligro fueron dos goles anulados por fuera de juego. Este sábado, en el derbi, regresó Mackay para dar su mejor versión. El entramado defensivo del Depor apenas concedió ocasiones al Racing y en la que tuvo, el portero coruñés respondió con una enorme parada al cabezazo de David Rodríguez. Una aparición clave que recordó a varias de la primera vuelta.
El otro aspecto destacado fue la vuelta de Borja Jiménez al trivote con un centro del campo formado por Calavera, Juergen y Villares después de varias jornadas apostando por un 4-2-3-1. Con este esquema se volvió a ver a un Depor intenso en la presión, sólido atrás y dominante del juego durante la mayor parte del encuentro. Los departamentales prácticamente solo llevaron peligro en el mencionado remate de David Rodríguez, mientras que los coruñeses tuvieron una de Soriano, otra clarísima de Villares y la de Juergen, a la que respondió Quintana con una parada con la mano que quedó sin castigo.
La pegada, asignatura pendiente
Así, el Depor se está rearmando desde atrás para volver a competir por el ascenso directo, pero para que esto sea una realidad el equipo coruñés necesita recuperar la pegada. La crisis de resultados que le ha hecho perder el liderato a los de Borja Jiménez está directamente relacionada con la falta de gol con un dato demoledor: en los 20 primeros partidos de liga se quedó sin marcar en dos ocasiones; en los últimos seis, en cuatro. El resultado es que los blanquiazules, que llevaban una media de 1,65 goles por encuentro, han pasado a un preocupante 0,5. El equipo está acusando el bache del indiscutible Miku, pero sobre todo la ausencia de eficacia en muchos partidos en los que creo sobradas ocasiones para conseguir la victoria.