El Nantes vuelve a una final de Copa 22 años después

El histórico Nantes volvió a una final de la Copa de Francia tras 22 años de ausencia. Les Canaris, que la temporada pasada se salvaron de milagro en un playoff de descenso dramático, vencieron en la tanda de penaltis al Mónaco tras haber empatado a dos en el tiempo reglamentario. Moses Simon marcó el penalti decisivo y La Beaujoire vivió una invasión de campo de una afición acostumbrada a las decepciones durante la última década y no a los éxitos.

El encuentro arrancó en La Beaujoire con un ritmo altísimo. El Nantes, que ya sabía lo que era marcarle dos goles al PSG antes de la primera media hora, intentó emular lo hecho ante los parisinos con una presión asfixiante de la que no podía salir el Mónaco. Sin embargo, un error de Descamps en una jugada a balón parado, quedándose a medio salida y posibilitando el remate de Guillermo Maripán, dio la ventaja a los de Clement, que pusieron tierra de por medio en un tramo en el que no podían desarbolar los marcajes individuales rivales.

A partir del 0-1 y en medio de la tempestad, Randal Kolo Muani se erigió como el rey de la contienda. El delantero, que acaba contrato en junio y parece que acabará en la Bundesliga, fue una pesadilla para Maripán, que no pudo frenarle en ninguna jugada de los primeros 45 minutos. Precisamente de un error del chileno nació el empate, tras una arrancada imperial del atacante del Nantes que terminó con un gol en propia puerta de Sidibé, que llegó asfixiado a la transición defensiva tras haberse recorrido todo el campo para intentar, de alguna manera, compensar el error de su compañero. Ambos equipos tuvieron ocasiones para irse por delante en el marcador al descanso, pero la mala puntería de Fofana para el Mónaco primero y de Blas después lo evitaron.

En la segunda parte, el miedo a perder se apiadó del partido. Ni Nantes ni Mónaco quisieron tomar riesgos, conscientes de que cualquier error podía condenarles a la eliminación. Toda la emoción que le había faltado al segundo acto contrastó con los minutos de locura que se produjeron en apenas cinco minutos a partir del 75’. Moutoussamy puso por delante al Nantes tras una gran jugada colectiva que inició Chirivella y materializó el mediocentro y, justo nada más sacar de centro, Boadu, que llevaba a penas cinco minutos en el campo, aprovechó el enésimo error de la noche de Descamps en la portería para poner las tablas en el marcador. Ese éxtasis provocado por los dos goles contrastó con el tramo final del encuentro, sumergido en un cúmulo de errores que llevó el partido a una dramática tanda de penaltis.

Desde los once metros, tan crueles para muchos y tan piadosos para tan pocos, el Nantes se clasificó para la final de la Copa de Francia 22 años después de su última final, que fue en el año 2000 precisamente eliminando al Mónaco en las semifinales. Moses Simon transformó el penalti decisivo en una tanda en la que Les Canaris no fallaron ni uno. La Beaujoire vivió una invasión de campo histórica de una de las aficiones más fieles del fútbol francés.