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ESPANYOL

De Vicente Moreno a Rubi, un espejo con resultado incierto

El Espanyol, sumido en una racha negativa, solo tiene un punto menos a estas alturas que el conjunto blanquiazul del actual técnico del Almería cuando fue a Europa.

De Vicente Moreno a Rubi, un espejo con resultado incierto

La teoría del vaso medio lleno o medio vacío siempre está presente en un Espanyol acostumbrado a situarse entre guerras de la clasificación, lejos de la cabeza y del descenso, en una zona intermedia, como ahora; con un deseo de la gente de por fin dar un salto al histórico puesto que merece la entidad y con el miedo del recuerdo de los cinco descensos en el cogote. Este curso el equipo es fiel a ese pensamiento, y para ver el vaso medio lleno solo basta con echar un ojo al transcurso de la mejor temporada en el RCDE Stadium, la 2018-19.

El Espanyol de Vicente Moreno tiene un punto menos que el Espanyol de Joan Francesc Ferrer Rubi a estas alturas de temporada. De hecho, está mejor clasificado (13º por 14º) y a más distancia del descenso (nueve puntos por siete), por lo que todo es posible en un curso en el que los blanquiazules se han quitado ya a equipos como Barça, Sevilla, Betis o Athletic, un tramo complicado de calendario. El domingo en Vila-real se pondrá fin a un Tourmalet que ha exigido al conjunto de Moreno y la ha hecho entrar en una particular crisis de resultados.

Los números son muy parecidos. La única diferencia es que aquel Espanyol de Rubi ganó un partido más y empató uno menos. Aquel equipo llevaba 28 goles por 30 el actual, mientras que recibió 38 por 35 el de Moreno, más equilibrado, aunque quizás con menos momentos brillantes. Porque los números acompañan las sensaciones de ambos conjuntos, la diferencia entre dos espejos a estas alturas del campeonato.

En la jornada 12 de aquella 18-19, aquel Espanyol sumaba 21 puntos y jugó en Sevilla con la oportunidad de colocarse colíder. Una versión aproximada se recuperó después de ese grave bajón que puso al técnico contra las cuerdas (tres de 30 puntos). El actual Espanyol ha sido muy solvente en la primera parte del campeonato, especialmente en su feudo, pero no ha alcanzado esa brillantez para augurar una transformación como aquella. Ha arrastrado durante el curso sus problemas fuera de casa, en el RCDE Stadium ha dejado de ser tan fiable y el estilo de juego ha ido variando en función de los partidos.

El Espanyol espera ver la luz al final de su túnel y, como pasó con aquel equipo de Rubi, recuperarle el pulso a la Liga con los valores que le hizo ser un equipo de la zona media alta en la primera parte de la temporada. Y eso le llevará a esas posiciones cómodas acorde con su presupuesto y límite salarial.