Íñigo y diez más
Va siendo hora que el capitán del Racing reciba el mérito que se merece, también contractualmente. Varios equipos de Segunda le tienen en su radar
El eje del equipo
En el campo por físico, corazón y polivalencia, en el vestuario por sensatez y racinguismo, en ambos sitios por su inteligencia, Íñigo Sainz-Maza es la clave de bóveda de este Racing. Y va siendo ya la hora que lo reconozcamos todos, la afición, la prensa y el club. No se trata de un canterano, buen chaval y que ayuda. No. Se trata de un jugador clave en todo el andamiaje del Racing 21/22. Le trajeron tres pivotes, empezó, injustamente, de suplente, las dos primeras jornadas y ahora mismo lo mejor que le puede pasar a Tienza, Borja Domínguez y a Sergio Marcos es que les toque jugar al lado de Íñigo. Él, creo, juega mejor con Tienza porque le guarda las espaldas y se queda más tranquilo a la hora de intentar esas cabalgadas 'a lo Sergio Ruiz' que tanto agradece el equipo. Con 23 años hace ya dos cursos que acabó su carrera de ingeniero químico, sigue viviendo en su piso familiar de Ampuero y, ¡ojo Racing!, acaba contrato el 30 de junio de 2023. Íñigo se merece, por lo bueno que es, un mejor contrato y el club necesita no dormirse y asegurarse su concurso para más tiempo. Ah, y lo del gol es lo de menos (no va a marcar muchos más).
No hubo bombita
La inmensa mayoría esperábamos que Romo soltara un trivotazo en Riazor y se cargara a uno de los tres trescuartistas. No lo hizo. Me alegro de que nos haya dejado con el molde a los romólogos (aunque yo me cubrí las espaldas en el once que publicamos en AS y lo clavé) porque este equipo tiene mimbres para hacer más cosas que contraprogramar al rival. Es cierto que en la segunda mitad no se pasó del centro del campo, pero era el líder, ante 20.000 de los suyos, y perdiendo, por lo que cargó con todo y tocaba defender. Y se hizo muy bien. Con orden y con entereza, ganado constantemente duelos. Pero la primera mitad, encontrando a Pablo Torre constantemente en campo rival para que marcara el ritmo del juego que más interesaba y rompiera el guion de Borja Jiménez, fue lo mejor del Racing en toda la temporada. A tal señor, tal honor, enhorabuena Romo. Creyó en su equipo y este no le falló.