Courtois, manos de santo
Más allá del penalti parado a Messi en París, el tercero que neutraliza de los últimos cuatro que le han lanzado, es el portero más en forma de Europa...
Si el Real Madrid mantiene viva la eliminatoria contra el PSG para la resolución del Bernabéu se lo debe la manopla izquierda de Thibaut Courtois. La que sacó el penalti lanzado por Messi que habría, si contabilizamos la posterior obra de arte de Mbappé, puesto el pase a cuartos en chino para el equipo de Ancelotti. Tibu minimizó lo que pudo los daños del baño parisino al Madrid y confirmó, si quedaba algún incrédulo en la sala, que es el portero más en forma de Europa. Por actuaciones en noches de muchos focos, como esta del Parque de los Príncipes o la final de la Supercopa de España, o por pura estadística bruta: nadie hace más paradas en esta Champions ni tiene un porcentaje tan alto de ocasiones de gol salvadas en las cinco grandes Ligas. Courtois convierte los milagros casi en trabajo de oficina...
De autoconfianza nunca ha ido falto Thibaut, que no tiene miedo en hablar en primera persona para ensalzar sus virtudes, pero es que ahora mira al resto de porteros por el retrovisor. Cada vez más lejos. Sus 30 paradas le convierten en el que más ha intervenido en esta Champions 2021-22 y lo que es más importante, su grado de acierto. Detiene el 88 por ciento de los disparos que le hacen, mejor que Donnarumma (el 83% y estando menos exigido, con apenas 15 paradas, la mitad que el madridista) y mucho mejor que otros nombres de campanillas como Oblak (69%, 18 paradas) y Ter Stegen (64%, 16 paradas).
En cómputos globales y acudiendo a las principales cinco ligas europeas, sólo De Gea en su reino del Manchester United planta cara. Ha hecho más paradas que Courtois (110 a 100) en competición oficial en esta 2021-22 aunque el belga tiene más acierto (78% a 73%) y mejora también las grandes prestaciones del madrileño en los penaltis. Cuando sus rivales se han ido al punto fatídico, De Gea ha parado dos de los tres penaltis y Courtois incluso lo mejora, porque con ese detenido a Messi son tres de cuatro este curso...
Pero esto, en ocasiones, no va de números. Es el momentum. Y a Courtois no se le escapan los pequeños detalles. Prueba de ello es que además de la preparación concienzuda con Lluis Llopis, hace sus deberes. La mejor prueba es que sabía la tendencia de Messi reciente a lanzar los penaltis a la derecha. El belga se la jugó a esa carta y ganó el pulso.
En este Madrid que se ha atascado peligrosamente en el área contraria (un único gol en los últimos 46 disparos blancos) justo cuando entra en un tramo decisivo por la Liga y la Champions, en la propia Courtois es la única constante blanca que no se altera, para bien.