E. LEAGUE (1/16, IDA) | BARCELONA 1 - NÁPOLES 1
Aprobados y suspensos del Barcelona: Ferran sólo se dejó la escopeta de feria en el penalti
El del City lo falló casi todo, con tres claras ocasiones para rematar la eliminatoria, pero no estuvo nada acertado, enviando el balón lejos de su destino. Por suerte, no erró en la pena máxima.
Ter Stegen. Ninguna tacha en el meta alemán, que en el gol llegó incluso a despejar con el pie un primer remate de Zielinski, que acabó aprovechando el rebote para marcar ante la pasividad de la defensa. Tuvo muy poco trabajo, a excepción de un remate al primer palo de Oshimen en un contragolpe, que despejó con el cuerpo. Bien, como siempre, en la salida de balón.
Mingueza. Buen partido del canterano, que estuvo muy atento en la anticipación, recuperando muchos balones. Supo combinar muy bien en su banda con Adama. Lo cierto es que Insigne tuvo muy poco protagonismo gracias al buen trabajo del blaugrana. Con partidos así, se merece más oportunidades.
Piqué. Sigue en su línea de buenos partidos esta temporada. Serio y solvente atrás, se fue alterando el marcaje de Oshimen con Eric García. Aseado en la salida de balón, fue una de las grandes referencias del equipo para empezar las jugadas. Supo con jugar con inteligencia y evitó una amarilla que le hubiera vetado las puertas a la vuelta en Nápoles.
Eric. Se quitó la espina del mal partido en el derbi, con una actuación portentosa. Concentrado, rápido y muy intenso, su juego fue una pesadilla para la delantera napolitana. Más cerca del nivel que mostró antes de lesionarse. El domingo en Mestalla tendrá otra prueba de fuego, pero en esta ocasión su pareja de baile será Araújo, ya que Piqué está sancionado.
Alba. Seguimos ofreciendo algunas lagunas en el juego, pero lo cierto es que su carácter y compromiso suplen muchas otras carencias. Le sigue faltando Messi, con quien se entendía a las mil maravillas, aunque con Ferran tuvo momentos de buenas asociaciones.
Frenkie. Jugó de pivote defensivo. Empezó un tanto tímido, asegurando siempre los pases y evitando riesgos, pero tras el descanso, su juego fue más vertical, rompiendo líneas y acelerando las acciones. Su cambio por Sergio Busquets creó división de opiniones en la grada.
Nico. Nunca falla. Siempre aporta cosas interesantes y no se esconde en los momentos críticos. Jugó como interior derecho, poniendo mucha voluntad y aguantando con su físico el mediocampo en muchos momentos. Siempre al quite, es una solución a muchos problemas. Además, busca siempre portería. Los dos primeros remates entre los tres palos fueron suyos.
Pedri. De menos a más. Al principio no acababa de vislumbrar pases entre líneas ante la emboscada napolitana, pero poco a poco se fue encontrando a sí mismo y acabó ofreciendo su mejor versión, con un juego tan eficaz como solvente. Estuvo a punto de marcar con un remate lejano que se marchó rozando el larguero.
Adama. Tercer partido y tercera exhibición. Por ahora ni Atlético, ni Espanyol ni Nápoles han encontrado la fórmula para frenar a este portento de la naturaleza. Volvió loco a su marcador, Juan Jesús, superándole una y otra vez. Un centro suyo acabó tocando en la mano de Juan Jesus y provocando el penalti. Fue sustituido por Dembélé. Se llevó una de las ovaciones de la noche, Adama no Dembélé.
Aubameyang. Su primer partido como titular con la elástica blaugrana y en líneas generales completó un partido correcto, pero no espectacular. Se puso como falso 9 y abusó un poco del remate a puerta, con poco acierto. Tuvo una gran ocasión, con espacio, tras un gran pase de Pedri, pero acabó enviando el balón fuera. Se sacrificó por el equipo con una presión intensa que llegó a dar sus frutos en varias ocasiones al recuperar más de un balón en zona peligrosa.
Ferran. La cara y la cruz del partido. La cara, porque gracias a su gol de penalti, el Barcelona sigue vivo en la eliminatoria, pero también la cruz, porque no se pueden fallar tantas ocasiones claras. Al menos tuvo tres prácticamente para rematar a bocajarro, pero las tres se fueron ligeramente fuera. La última en los minutos de descuento, tras un tacón providencial de Pedri, fue la que más lamentó las gradas porque estaba solo ante el meta del Nápoles. Su trabajo en defensa es innegociable, descolgándose siempre en la banda izquierda. Acabó el partido desconsolado, consciente que había fallado más que una escopeta de feria.
Cambios
Sergio Busquets. Salió para poner un poco de orden y criterio en la medular, y evitar transiciones del rival. Cumplió con el guion.
Dembélé. Tras los primeros abucheos generales, su juego deslumbrante en la banda derecha empezó a aglutinar aplausos y acabó hasta casi ovacionado. Fue una pesadilla para el equipo italiano, con varias acciones que estuvieron rozando el gol.
Gavi. Este chico vale un potosí. Con 17 años es capaz de llevarse a todo el que se le cruce por delante, incluso una torre como Koulibaly. Lo dio todo en el campo, estuvo intenso y agresivo, como en él es habitual. Revolucionó el partido.
Dest. Entró en los últimos minutos por un Mingueza exhausto. No estuvo a la altura de Dembélé, pero tampoco desentonó mucho.
Luuk. Este neerlandés ahora mismo es lo más parecido a Haaland para la afición. Cuando saltó al campo, en el minuto 85, el estadio se enardeció. En poco más de diez minutos tuvo hasta tres ocasiones, rozando en dos la posibilidad del gol, con tijeretazo acrobático incluido en una de ellas. Y hasta le dio una asistencia de oro a Ferran, que desaprovechó de forma incomprensible.