Victor Osimhen, seis placas y 18 tornilllos después
Se lesionó contra el Inter y tuvo que renunciar a la Copa de África. También se contagió de COVID pero siempre que está al cien por cien, rinde.
Ayer, durante la rueda de prensa de Xavi, a los periodistas napolitanos les llegó la peor noticia posible: Osimhen no se había entrenado con el grupo. La presencia del nigeriano marca totalmente la diferencia en el Nápoles. Los números hablan clarísimo: el ex del Lille ha anotado, desde su llegada al sur de Italia, 20 goles en 48 partidos, con 3102 minutos disputados: un tanto cada 155’. De Laurentiis, en plena pandemia, se gastó alrededor de 50 millones por hacerse con sus servicios, convirtiéndole en el fichaje más caro en la historia del club, pero las lesiones han oscurecido su impresionante talento. El curso pasado, se perdió tres meses por un grave problema en el hombro en un partido con su selección, Nigeria.
Esta temporada, estuvo fuera del verde entre noviembre y enero. Durante el choque con el Inter, un escalofriante choque de cabezas con Skriniar le partió la cara. Hicieron falta seis placas y 18 tornillos para curar sus fracturas, que le obligaron a renunciar a la Copa de África. Nada más volver, con una inevitable mascarilla protectora, Osimhen volvió a ser decisivo. Un golazo con el Venecia, un penalti forzado con el Inter, y ahora el Barça. Spalletti aseguró que le paró por precaución y que decidirá hoy. Un Nápoles sin su fuerza y su rapidez daría menos miedo.