Bondy y París se van haciendo a la idea del adiós de Mbappé
Bondy, comuna natal del delantero francés, asume que se marchará al Real Madrid entre la resignación y la comprensión de los que ven en el club blanco un proyecto más sólido.
"Ama tus sueños, y ellos te amarán de vuelta", reza el mensaje que Nike le dedicó a Mbappé el 12 de diciembre de 2019, con motivo del 21 cumpleaños del delantero francés, por entonces ya estrella del PSG y campeón del mundo con Francia. Una enorme pieza de arte urbano cubriendo completamente una de las fachadas laterales de un edificio de once plantas en Bondy, la comuna a más de 20 kilómetros del centro de París en que nació Kylian; en la gigantesca pintura, un Mbappé infantil duerme apoyando su cabeza en un balón de fútbol y de su mente brota como en un sueño la figura que es hoy, con la camiseta del PSG.
Ese mismo edificio ya había albergado dos detalles más de la marca americana para el atacante, una conmemorando los 20 años del Mundial de 1998, año en que Francia ganó su primer torneo y en que nació Kylian, y otra espoleando a los niños de Bondy, barrio de historial conflictivo, a llegar a donde el delantero ha llegado: "Bondy, la villa de las posibilidades". Pero algo se ha roto entre Mbappé y los que fueron sus vecinos: el pasado 10 de enero, alguien escribió sobre el mural "Mbappé, estás muerto".
La amenaza ha sido cubierta con una tela blanca y la pieza artística sigue luciendo imponente en la rue du Potager, pero es evidente que tanto en París como en Bondy se van haciendo a la idea de que el Mbappé jugador del PSG tiene los días contados. En concreto, hasta el 30 de junio, fecha en que expira su contrato como futbolista del club del Parque de los Príncipes. El pasado verano, el jugador intentó forzar su traspaso, el Madrid cumplió con su parte del trato (arrancó pidiendo 160 millones; terminó subiendo a 200), pero el PSG fue inflexible. Desde entonces, Mbappé ha tenido que escuchar silbidos y críticas por parte de su afición, a lo que él respondió con comprensión: "Yo también me hubiese silbado".
AS acudió a Bondy para medir la temperatura del barrio natal de Kylian, para saber cómo ven los suyos que seguramente vaya a abandonar el equipo de su ciudad para firmar por el Real Madrid. La primera tentativa fue contactar con sus orígenes, que están en el AS Bondy, donde Mbappé jugó entre 2004 y 2013, antes de marcharse al Mónaco para iniciar su meteórico ascenso. Sin embargo, desde el pequeño club de la comuna parisina no dieron facilidad alguna: la propuesta de AS para contactar con los dirigentes del club, con intención de recordar los primeros pasos de Mbappé y también de reflejar cómo sigue ayudando al AS Bondy, fue rechazada. La familia Mbappé, en contacto estrechó con el club, prefiere en estos momentos el silencio en torno a su hijo, incluso si es para una retrospectiva sobre sus inicios, que al mismo tiempo han impulsado al AS Bondy.
En los campos de juego del Bondy, salen en la mañana del domingo 13 los juveniles de primer año del que en su día fue el equipo de Mbappé. Juegan ante el FC Les Lilas e inmediatamente la cámara del fotógrafo de AS capta su atención. Se les pide que formen como lo harían los profesionales al inicio de cada encuentro, pero justo antes interviene el entrenador, irritado, siguiendo la línea que el club ya había mostrado anteriormente a AS. Finalmente accede al posado y, mientras los jugadores posan, comenta: "¿Del AS, no? Mbappé se va a quedar. Sé que el Madrid quiere que vaya allí, pero Mbappé se queda, seguro". Y apuntilla: "¿Y Benzema qué? ¿Juega?".
Antes del inicio del partido, ocupan una portería del campo Jean-Marc y su hijo; el padre asiste y el pequeño marca, a la espera de que arranque el duelo. Jean-Marc es aficionado del PSG, también es abonado y acude a todos los partidos del equipo de Pochettino; también lo hará este martes, para el cual se muestra confiado en torno a las posibilidades de su club para eliminar al Madrid y pasar de ronda. No tiene tanta fe en un futuro conjunto del PSG y Mbappé; cuando se le pregunta por si se irá al Madrid a partir de julio, se lo piensa un momento, tuerce el gesto y expira un "sí" resignado. "Él es fantástico, me encanta verle atacar, es lo mejor que tenemos. Pero parece que ha tomado una decisión". También él pregunta por Benzema, si podrá trotar en el Parque de los Príncipes o no.
En otro punto de la comuna, frente a la sede social del AS Bondy, que ofrece hasta 15 disciplinas deportivas diferentes, vecinos del barrio juegan un partido; los uniformes del PSG son muy comunes, probablemente lo serían también las camisetas de Mbappé al descubierto si no fuese por el frío, que impone vestimenta suplementaria e impide ver dorsales y nombres. Allí, se da por perdido a Mbappé para la causa del PSG, pero con esperanza. "El PSG es un equipo que sigue creciendo, él quiere ser leyenda y quiere serlo en el equipo más legendario. Es normal. Le deseamos suerte", comenta uno de los jugadores en un lapso del partido. Y una vez: "¿Juega Benzema?". Queda claro que no solo de Mbappé se vive en Bondy, donde el amigo y pareja de ataque de Kylian en la selección también tiene enorme tirón. Pronto, si no cambia el guion trazado por el Real Madrid, podrán verles juntos en el Santiago Bernabéu.
Un "no" que costó dos millones
La negativa del PSG a traspasar a Mbappé el pasado verano fue un jarro de agua fría para el Bondy, que en su día ya se llevó una decepción similar cuando el delantero pasó del Mónaco al PSG en el verano de 2017. Aunque en puridad, el traspaso se efectuó en 2018, Mbappé jugó su primer año en el PSG como cedido, triquiñuela del club parisino para esquivar al Fair Play Financiero en el mismo verano en que había pagado 222 millones por Neymar. Al tratarse de un traspaso nacional en términos federativos (el Principado de Mónaco es un país independiente, pero está adscrito a la Federación Francesa de Fútbol, como el PSG), no se activó el mecanismo de solidaridad de FIFA y el AS Bondy no vio ni un céntimo. Si llega a fichar entonces por el Madrid, sí habría recibido un buen pellizco.
Y con ese pellizco contaba el pasado verano, cuando le faltaba solo un año de contrato y el Madrid puso hasta 200 millones de euros sobre la mesa. La propuesta más seria y reposada fue de 180 millones, 170 fijos y diez por objetivos, y si llega a haber acuerdo, el AS Bondy se hubiese llevado 2,1 millones de euros, sumando los derechos de formación (310.000 euros en el caso de Mbappé y el Bondy) y el mecanismo de solidaridad de la FIFA, que le hubiese reportado al equipo de la comuna parisina un 1% del monto total (1,8 millones), 0,25% por cada uno de los cuatro años en que Mbappé se formó allí desde el año que cumplió los 12 años (incluido el curso que arranca con 11 años).
El ayuntamiento de Bondy se sintió agraviado en 2017, pues contaba con ese dinero para renovar el estadio en el que el AS Bondy juega sus partidos; terminó haciéndole por su cuenta, sin una ayuda del PSG que se solicitó, pero nunca se concedió. Y es que esos más de dos millones de euros suponen el doble del presupuesto anual del AS Bondy, que ronda el millón de euros. El pasado verano, ante la negativa de Mbappé a renovar con el PSG, sí que lo vieron cerca en Bondy, pero una vez más se les escurrió el dinero entre los dedos y, si finalmente el delantero firma con el Madrid llegando libre, no verán nada de la prima de fichaje, pues solo se contempla el mecanismo de solidaridad para traspasos internacionales.