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LEGANÉS

José Recio, capitán en la reserva

El medio centro del Leganés luce el brazalete por ‘accidente’ tras la salida de Tarín, las ausencias de Bustinza y Eraso y la renuncia de Arnáiz. Aún así, ejerce con solvencia en el cargo.

José Recio, capitán en la reserva
JUAN AGUADODIARIO AS

El Leganés se ha convertido en un equipo agitado en la capitanía. Después de un par de temporadas con un núcleo estable de portadores del brazalete (a saber, Unai Bustinza, Rubén Pérez y Pichu Cuéllar), la salida de estos dos últimos el verano pasado forzó una reconfiguración del liderazgo en la plantilla. Javier Eraso y Rodri Tarín fueron los escogidos para ser los nuevos segundo y tercer capitán. Se escogieron por cuestión de veteranía, en riguroso orden de llegada (y continuidad) al sur de la capital. Sucede que en el pasado mercado invernal, y contra pronóstico, Rodri Tarín abandonó Butarque rumbo a Oviedo y volvió a dejar un espacio vacante que todavía no tiene dueño fijo. José Recio lo ha ocupado, pero de manera interina. El malagueño se ha convertido en el capitán en la reserva del conjunto pepinero.

Su brazalete es especial. No lo ejerce fuera del terreno de juego, en las tareas habituales que competen a los capitanes de los equipos, sino que por ahora sólo lo ha tenido que lucir en el campo. Dicho con otras palabras: Bustinza y Eraso siguen siendo los encargados de gestionar las responsabilidades de un capitán en términos de relación con el club, vestuario y cuerpo técnico. Recio no ha ocupado el espacio dejado por Tarín en esas cuestiones más ‘administrativas’. Sin embargo, cuando el equipo juega, es él, Recio, quien porta la banda con la ‘C’ que, este curso, el Leganés ha dado por convertir en ‘C’ de Coronel fruto de un acuerdo de patrocinio con Kentucky Fried Chicken.

El paso atrás de Arnáiz

Ello es fruto, primero, del momento deportivo delicado que viven los propios Bustinza y Eraso. Mehdi Nafti no está contando con ellos salvo en momentos puntuales, lo que ha transformado sus titularidades en sucesos más aislados que rutinarios. Así las cosas, al Leganés le ha tocado buscar un nuevo capitán para aquellos duelos en los que no puedan ejercer ni uno, ni otro. Por veteranía, que es el sistema norma que se rige en Butarque, en verdad le tocaría a José Arnáiz ser el capitán.

De hecho, en la primera ocasión en la que el Leganés jugó sin Bustinza, Eraso o Tarín en el equipo, el Leganés distribuyó sus alineaciones con Arnaiz portando el brazalete. Finalmente el que ejerció fue Kenneth Omeruo, llegado a Butarque varias semanas después de Arnáiz, que renunció a ser capitán.

“El tema de Arnáiz es decisión personal. Hay gente que no se siente cómoda con ese rol. José lo tiene claro. Es muy honrado. Él es un artista dentro del campo. Hace cosas que nadie puede hacerlo, pero se siente más cómodo sin asumir el rol de capitán. Cree que otros lo pueden hacer mejor. Yo creo que de su parte es inteligente. Es lo mejor para el grupo”, explicó Bustinza a AS a propósito de la renuncia de Arnáiz.

Recio, capitanía como un guante

Así las cosas, y con la llegada de Nafti, la presencia recurrente de Recio en las alineaciones, unida a las ausencias de Bustinza y Eraso (amén de Tarín) le ha hecho dar un paso al frente para portar el brazalete en un rol que ejerce con llamativa naturalidad.

Su liderazgo y personalidad le hace moverse sin problemas (casi con gusto) en todos los escenarios que conlleva ser ‘coronel’ pepinero: desde las protestas, hasta las arengas, pasando por las mediaciones diplomáticas con el rival o las llamadas a arañar tiempo cuando toca. Todo cuenta.

Y Recio sabe manejar estas artes con habilidad sin que, en sus planes, esté ocupar de forma fija el puesto que dejó Tarín con su marcha al Oviedo. Lo suyo es una capitanía diferente. Una capitanía en la reserva solo para cuando las circunstancias le exigen dar un paso al frente y alistarse en el frente de batalla.