Raúl de Tomás regresa 23 días después con sed de derbi
Autor de 12 de los 27 goles del Espanyol y con la espinita del Camp Nou clavada, desde su fichaje los pericos solo ganan en Primera cuando él juega.
Poco más pudo hacer Marc-André Ter Stegen que la estatua, girar el cuello y cruzar los dedos, en los dos remates que Raúl de Tomás estrelló en el palo durante el derbi de la primera vuelta, en el Camp Nou. Primero, de falta. Después, de cabeza. El delantero y pichichi del Espanyol tiene una espina clavada con aquel partido, y tiempo ha tenido para darle vuelta y sentir sed de derbi, pues lleva 23 días sin jugar. Ayer, por pura extravagancia, se entrenó con mascarilla. Hoy regresa.
Expulsado en los instantes finales del Espanyol-Betis (1-4) del 21 de enero, no jugó por sanción el pasado lunes en San Mamés (2-1), en el enésimo tropiezo de los pericos cuando su “jugador franquicia con el gol”, como lo definió ayer Vicente Moreno, no está disponible. Esto ha ocurrido en siete partidos de Primera desde que De Tomás aterrizó en el club perico, en enero de 2020, que se saldaron con tres empates y cuatro derrotas: tres puntos sobre 21.
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Contrasta este dato tan negativo con las diez victorias cosechadas en su presencia (siete de ellas, esta temporada), lo cual no es fruto de la casualidad, sino de que ha participado con sus goles en hasta ocho, la inmensa mayoría. Autor de 12 de los 27 goles pericos en esta Liga, llega entonado: antes de su baja en San Mamés, llevaba cuatro jornadas seguidas marcando.